Los recientes informes de distintos organismos públicos y privados reflejan los efectos positivos que para la salud ambiental está teniendo el parón de la actividad económica y, sobre todo, la disminución del tráfico rodado. Aunque con la progresiva vuelta al trabajo se recuperen los preocupantes niveles de contaminación previos al estado de alarma, varias asociaciones y ONG ya plantean alternativas al modelo de movilidad de las grandes ciudades españolas. También desde plataformas ecologistas se invita a aprender de los resultados conseguidos en tan solo dos meses y lanzan propuestas con el propósito de alcanzar un aire más limpio, de lo que se verían beneficiadas personas y todo el entorno natural.
El problema y sus efectos
Sevilla es una de las urbes españolas que concentra mayores problemas en lo que respecta a la movilidad y, como consecuencia, a la calidad de su aire. La capital andaluza ha sido recientemente noticia por estar entre las ciudades españolas con más contaminación según diversos estudios internacionales amparados en criterios de la OMS. “La polución atmosférica ha bajado en Sevilla un 60% con el parón tras el estado de alarma. Y esa contaminación mata a mucha gente, el Ministerio de Sanidad tiene registradas a más de 40.000 personas que mueren al año por la mala calidad del aire”, comenta a lavozdelsur.es Eduardo Gutiérrez, coordinador en Andalucía de Ecologistas en Acción.
Pero los grupos ecologistas no se encuentran solos en el propósito de denunciar los peligros que entrañan las áreas metropolitanas invadidas de coches a casi todas las horas del día. También otras asociaciones como AMPES apuestan por la movilidad ecológica en Sevilla y se encuentran en esta batalla desde hace años. “El coste económico de la contaminación sobre la salud está cuantificado en 1.100 euros al año por persona. No se están haciendo bien las cosas”, revela Andrés Nadal, su presidente.
Una mujer cruza una calle en Sevilla, esta semana. FOTO: JOSÉ LUIS TIRADO (www.joseluistirado.es)Un plan de movilidad
“El principal problema ecológico de Sevilla es que no tiene un plan de movilidad, ni tampoco lo ha tenido nunca”, así de tajante se muestra el coordinador de Ecologistas en Acción sobre este asunto en la ciudad hispalense, un reto cada vez más acuciante en grandes capitales. “Sevilla fue referente en la implantación del carril bici, pero no fue una lucha fácil. Lo que se reprochaba a los ciclistas que entonces consiguieron aquel hito urbano debía ser muy parecido a lo que se dice ahora a los usuarios de vehículos de movilidad personal (VMP)”, apunta Nadal.
Desde el movimiento verde se recuerda que el ayuntamiento solo da pequeñas pinceladas y que los llamamientos a movernos individualmente para combatir la pandemia no mejorarán esta situación. “Por transporte individualizado la mayoría de las personas entiende ir a todas partes en coche, y nos tememos un aumento exponencial de los mismos en las próximas semanas”, matiza Gutiérrez. Pero para el presidente de AMPES, el tema es mucho más profundo. “España todavía no se ha enfrentado a la sostenibilidad en el transporte por la resistencia de los políticos al cambio o por simple negligencia”. Nadal piensa que el problema en nuestro país es más estructural, con ciudades pensadas para los automóviles en lugar de para las personas.
La política a escena
La gestión política asoma tras cada paso en materia de medio ambiente. Y un inconveniente de grandes magnitudes ven llegar desde el grupo ecologista: el decretazo de Juan Manuel Moreno Bonilla al frente de la Junta. Esta medida aprobada a la sombra de la pandemia por el Gobierno andaluz acaba con leyes de protección como la del suelo o la Autorización Ambiental Unificada. “Todo esto lo van a llevar a cabo por un simple tema económico-urbanístico que es una mentira y ya nos llevó a la ruina en 2008”, aclara Gutiérrez. “Ya hay proyectos en la provincia de Málaga, en la cual se van a construir hoteles sobre terrenos vírgenes o protegidos”.
Calles de Sevilla, hace unos días, FOTO: José Luis Tirado (www.joseluistirado.es)Pero en movilidad también tienen reproches que hacer a la clase dirigente. “Las normativas han llegado tarde y mal, fruto de la reacción, no de la planificación, que es lo que tendríamos con políticos diligentes”, reitera Nadal, que cree que el problema no son los nuevos vehículos unipersonales, sino la falta de legislación sobre ellos. “El que va haciendo el gamberro con el patinete también lo hace con el coche, no es un problema del vehículo”.
Y ambos insisten en que son los ayuntamientos quienes deben establecer una política ambiental y de movilidad que facilite la vida a las personas. “En Sevilla existen plataformas de participación ciudadana como la mesa del árbol, de la que se encarga el Ayuntamiento de cara gestionar el arbolado de la ciudad, pero está totalmente desactivada. Cuando asistimos no podemos hacer ni propuestas, nuestra única vía es hacer preguntas en plenos”, comenta el coordinador de los ecologistas. “Lo único que les duelen son las notas y denuncias en prensa que emitimos respecto a distintos asuntos”. Esta situación ha llevado a las entidades sociales participantes en estos foros a plantearse la retirada de los mismos. “Desde que entró Juan Espadas (PSOE) llevan dando vueltas al Plan Respira, que proyectaba peatonalizar parte del centro de Sevilla y fue hasta anunciado, pero no han hecho nada”.
El arbolado parece indispensable para que cuajen otros medios de transporte no contaminantes, como la bicicleta o el patinete. “Toda la obra civil se desarrolla sobre toneladas de asfalto y materiales que acumulan calor. Sevilla no es una excepción y con temperaturas que a veces superan los 45ºC, lo sensato es no salir de casa en las horas fuertes del día. Se necesita más naturaleza, sombra, agua…”, asegura el presidente de AMPES, que hace hincapié en un tema un tanto controvertido en el último año en la capital sevillana. “Si necesitamos un parque público de bicicletas también lo necesitamos de patinetes, pero es cierto que hay que repensar la relación entre lo local y lo foráneo y limitar nuestras dependencias externas. Hay buenos fabricantes españoles de VMP que deberían tener mayor cuota de mercado que los productos importados”.
Alternativas
Una de las quejas más comunes de las asociaciones por la movilidad y de los grupos ecologistas son las escasas alternativas que desde los organismos públicos se ofrecen para cambiar el modelo actual de circular por las áreas metropolitanas. “En el plan de sostenibilidad del Ayuntamiento de Sevilla iba la implantación de más carriles para vehículos de transición rápida, pero no se ha cumplido”, denuncia Guitiérrez al mismo tiempo que recuerda que tampoco se aumenta el número de autobuses.
En este sentido, Nadal tiene también algo que reprochar a la clase política. “La tecnología para el transporte público sostenible ya existe, pero por desgracia se utiliza más como propaganda que como herramienta de cambio para mejorar las vidas de la gente”. Y menciona el problema que desde el consistorio hispalense se ha creado con una de las alternativas ecológicas que mejor pueden funcionar. “La clase política ha actuado
en todo momento tarde y mal considerando los patinetes como un problema y no como una solución. La normativa local en Sevilla es más un castigo que una apuesta por mejorar el transporte en beneficio de los ciudadanos”.
Un triunfo para la biodiversidad
“Trabajo en el Instituto de Recursos Naturales y tenemos vinculación con la Estación Biológica de Doñana, tanto allí o en lugares como el Parque de María Luisa estamos viendo cosas inauditas, como especies que antes no se veían”, señala Gutiérrez. El coordinador del grupo ecologista recuerda que con el confinamiento ha ganado la biodiversidad, y no solo por la mejora en la calidad del aire, sino también por haber parado la caza. “La mejora estos meses también se ha notado en los animales, hemos visto muchos, como ciervos y jabalís en la carretera y en el Parque Natural de los Alcornocales que ni siquiera se han asustado”. A pesar de ello y de las señales obtenidas en las ciudades, recuerda que es muy poco tiempo para sacar conclusiones y que mejorar las políticas de sostenibilidad traería consigo un enorme beneficio para estos entornos.
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