En la bajada de San Telmo viejo, junto al centro de salud mermado por los recortes y esa loma de tierra que a menudo se convierte en vertedero, frente a la explanada donde una biblioteca permanece cerrada y el terrizo sale volando por el levante, una enorme valla publicitaria anuncia que el próximo 10 de septiembre abre un McDonald's en la zona sur de Jerez, el quinto establecimiento que la multinacional estadounidense de comida rápida inaugurará en la ciudad.
El establecimiento se ubica en la rotonda del Balneario, en el acceso al deteriorado polígono industrial El Portal frente al punto limpio de la ciudad, y junto a barrios como el Mopu y Cerrofruto, algunos de los más desfavorecidos de la provincia de Cádiz. Con el estado de alarma por el coronavirus, organizaciones que se autoconformaron en la ciudad para prestar ayuda a los más necesitados confirman que el 80% de las llamadas que recibían procedían de la zona sur. Los informes hablan de que dos de cada tres personas en riesgo de exlclusión o viviendo bajo el umbral de la pobreza reside en este rincón del núcleo principal del municipio. 22.542 de 32.679 personas están en riesgo de exclusión social, asegura la coordinadora de asociaciones de vecinos Zona Sur Existe.
Después de 30 años de intervenciones con fondos europeos, el distrito sigue registrando niveles de paro y exclusión insoportables. Por ello, que en una zona donde hay una entidad bancaria para 25.000 habitantes, ahora abra un McDonald's es para el portavoz de esta federación vecinal, Antonio Rivera, "muy simbólico. Todo esto son consecuencias de todas estas décadas; no es el problema en sí, pero sin inversiones reales e intervención real, la realidad de la gente no cambia y esto es lo que hay".
“Por ejemplo, en diez años ha aumentado el desempleo y la desigualdad porque no se ha luchado con medidas reales que incidan en el territorio”, lamenta Rivera, que califica de las actuaciones políticas de “asistenciales, limosneras, superficiales” y hasta “políticas del entretenimiento”. Ahora llega un nuevo plan europeo en la zona sur: la previsión de las actuaciones previstas con cargo a la Estrategia Regional Andaluza para la Cohesión e Inclusión Social (Eracis) para intervenciones en zonas desfavorecidas cuenta con este distrito para inyectar parte de los ocho millones de euros para mejorar la inserción sociolaboral de personas en situación o riesgo de exclusión social en Jerez. "¿Dónde las van a colocar, en el McDonald's?", se pregunta irónico Rivera.
Nos echamos las manos a la cabeza si abre una casa de apuestas junto a un colegio o instituto, pero que abra una cadena de comida rápida en zonas desfavorecidas responde a un modelo muy preocupante. El Gobierno de la Nación, de hecho, estudia subir el IVA de estos fast food del 10 al 21%, aunque todavía es algo que está en proyecto y tampoco está claro que, sin transformación efectiva, eso combata en algo la lacra de la comida basura y, por ejemplo, la preocupante obesidad infantil. "McDonald's no abre en cualquier sitio, hacen sus estudios de mercado y, de hecho, en Jerez, el de la calle Larga fue de los pocos que cerró en el mundo. O sea, está claro que en esta zona de la ciudad tienen un caldo de cultivo propicio, pocos recursos económicos y poca conciencia sobre la necesidad de una dieta sana y equilibrada", comenta el dirigente vecinal.
Once años después del último plan europeo en la zona, los famosos 15 millones del Plan Urban —que no se ejecutaron en su totalidad y de los que ya apenas quedan huellas dignas de ver—, el Distrito Sur sigue siendo el más golpeado por las crisis, la precariedad, la temporalidad y la economía sumergida del municipio. Las administraciones son incapaces de transformar una realidad que se palpa y se siente con solo dar una vuelta por Mandamiento Nuevo o la plaza José María de Lara. En los rostros de muchos viandantes se ve la desolación, el no futuro y la incertidumbre de una forma más acusada.
La coordinadora Existe siempre ha luchado contra los estigmas de estos barrios, de sus residentes, pero sin negar las evidencias y la necesidad de una profunda transformación psicosocial, como reclamaba siempre el llorado Manolo Jiménez Pacheco, durante muchos años al servicio de la asociación vecinal de San Telmo Viejo. "Si el pobre de Manolo viera esto...", recuerda Rivera.
"Esto es más de lo mismo, aquí no cambia nada, en esta ciudad no se ven inversiones, ni apuestas por el sector industrial, solo sector servicios y empleos precarios, y estas cadenas lo saben y hacen estas apuestas por estos modelos de producción y alimentación", abunda, dejando claro que, a pesar de todo, "es un mal de toda la ciudad, no solo de la zona Sur, donde me niego a pensar que una madre quiera cebar a sus hijos, lo que pasa que ni hay dinero para alimentarse bien, ni en muchos casos, probablemente, conciencia de eso".
Las realidades sociales y económicas del distrito a veces solo están separadas por viales que distinguen bloques residenciales. Cruzar esos viales supone adentrarse en hogares que sobreviven mejor frente a otros que rozan o están de lleno en la miseria. El único proyecto serio que tenía por delante la zona sur, la recuperación del Río Guadalete, sigue bloqueado por luchas partidistas. El Ingreso Mínimo Vital no llega a tiempo a los bolsillos de sus vecinos, pero por ahora McDonald's sí.
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