El Centro Militar de Farmacia (Cemilfardef) dependiente del Ministerio de Defensa está produciendo un lote de 2,3 millones de comprimidos de yoduro potásico (IK) para su uso ante emergencias de tipo nuclear. De ser ingerida a tiempo, impide que el cuerpo humano absorba el yodo radiactivo resultante de un accidente o una detonación nuclear.
Los lotes deben ser entregados a lo largo de 2023 una vez que se retiren las partidas de yoduro potásico caducado almacenadas. El Cemilfardef, integrado en la red Sanitaria Militar, trabajó a pleno rendimiento en apoyo a la Operación Balmis, fabricando diversos productos farmacéuticos y sanitarios frente al agente viral SARS Cov-2.
Este centro dispone de dos unidades de producción, una situada en la base militar de San Pedro (Colmenar Viejo) donde se centraliza la fabricación de medicamentos, y otra en Burgos donde se lleva a cabo la fabricación de productos sin la consideración de medicamentos.
El Centro Militar de Farmacia de la Defensa está funcionando como hub logístico, haciendo "un magnífico trabajo que se suma a todo el que hicieron durante la pandemia del covid-19" según la ministra de Defensa Margarita Robles.
Más allá de la respuesta a una crisis o emergencia, el centro desempeña una actividad esencial para la seguridad y defensa nacional, produciendo medicamentos como son los antídotos que se utilizan como tratamiento y protección ante posibles casos de agresiones de carácter nuclear, biológico o químico.
Es el único laboratorio de la Administración General del Estado que tiene además la capacidad de almacenamiento de medicamentos en condiciones ambientales controladas, así como de diversos productos sanitarios y equipos de protección individual, lo que le convierte en pieza clave en el marco de la logística y gestión de recursos sanitarios.
Población en riesgo
El desarrollo del programa nuclear en España comenzó en la década de 1960, con la construcción y puesta en marcha de la primera central nuclear, José Cabrera –más conocida como Zorita- en la provincia de Guadalajara.
Según informa el Foro Nuclear “España cuenta en la actualidad con instalaciones nucleares que cubren el ciclo de combustible completo: siete reactores nucleares operativos Almaraz I y II (Cáceres), Ascó I y II (Tarragona), Cofrentes (Valencia), Trillo (Guadalajara) y Vandellós II (Tarragona), una fábrica de combustible nuclear de Juzbado (Salamanca) y un centro de almacenamiento de residuos radiactivos de muy baja, baja y media actividad en El Cabril (Córdoba)”.
La central nuclear de Vandellós II, ubicada en Tarragona, ha iniciado su 25ª recarga de combustible. Para llevar a cabo las tareas programadas la operadora de la planta, ANAV, ha contratado a más de 1.000 trabajadores de diferentes perfiles y especialidades procedentes de 60 empresas de servicios, que se han sumado a la plantilla de la central.
Pues bien, si usted vive cerca de estas instalaciones es probable que se encuentre en el listado de aquellas personas que recibirán los comprimidos de yoduro potásico (IK) para su uso ante emergencias de tipo nuclear que está produciendo el Centro Militar de Farmacia de la Defensa por encargo del Ministerio del Interior. Las centrales son objetivos en caso de guerra.
Según los planes del Gobierno los tomarán niños (los bebés, en gotas), adolescentes y adultos hasta 40 años. A partir de esa edad tienen un riesgo asociado mucho más bajo de presentar cáncer de tiroides por una exposición a yodo radioactivo. La dosis es de 130 miligramos al día. Defensa fabrica comprimidos “doble ranurados” de 65 miligramos, por lo que se necesitaría la ingesta de dos comprimidos.
El plan de Interior y Defensa no incluye a los trabajadores de las centrales nucleares y los servicios de emergencia, cubiertos con su propio convenio, cuyos lotes de yoduro potásico no obstante también fabrica el Cemilfardef tras un acuerdo firmado en 2021 con el Foro de la Industria Nuclear Española.
Alemania mantiene operativas tres centrales
Debido a la actual situación de crisis energética, los tres reactores nucleares que siguen en operación en Alemania continuarán funcionando durante unos meses y no se cerrarán tal como estaba previsto.
Alemania decidió, a raíz del accidente de Fukushima ocurrido en marzo de 2011, prescindir de la energía nuclear en el año 2022. En 2021, la energía nuclear produjo el 12% del país y, antes de la propuesta de cierre, una cuarta parte de la electricidad se conseguía con sus 17 reactores que tenía operativos.
Ahora, el canciller alemán Olaf Scholz ha solicitado que las tres centrales nucleares aún en operación en el país sigan operativas hasta abril de 2023 "como muy tarde", debido a los daños que está sufriendo la economía con la crisis energética provocada por la invasión rusa de Ucrania. Estas centrales son Emsland, Neckarwestheim 2 e Isar 2.
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