Durante 24 años ha estado retenida presuntamente Daniela en una masía de Arbúcies (Girona). Sus padres no la dejaban tener ningún contacto con el exterior. Su hermano Álex, de 18 años, se encontraba en la misma situación.
Los jóvenes vivían en mitad del bosque y, según ha relatado la chica, que logró escaparse, solo había salido del entorno natural en el que vivían para comprar víveres.
Ni siquiera tenían DNI ni habían ido nunca al colegio. Tampoco disponían de cartilla sanitaria ni de acceso a internet. No conocen las redes sociales ni veían televisión.
La joven, tras escapar, le contó su situación a un vecino, que fue el encargado de llamar a la Policía Local. Al parecer, Daniela había tenido una discusión con su padre, un holandés de 58 años.