Esta noticia podría aparecer en El Mundo Today, pero es real. En ella están implicados un vecino de la localidad sevillana de El Cuervo y una persona sin hogar de la que se desconoce su identidad. Ambos están enterrados en el cementerio municipal del pueblo.
El vecino de El Cuervo, tras enfermar, fue trasladado al hospital hace unas semanas, donde terminó falleciendo. En un primer momento, como se desconocía si contaba con seguro de decesos, fue introducido en una cámara frigorífica, mientras se resolvía su situación.
Al cuerveño, nadie lo reconoció. La familia no acudió a confirmar su identidad, por lo que por error se terminó trasladando y enterrando a la persona sin hogar en el cementerio de El Cuervo, en el nicho que correspondía al otro finado, ya que ambos se encontraban en la misma cámara frigorífica.
Como se desconoce si tenía seguro de decesos, el Ayuntamiento de El Cuervo se hizo cargo de los gastos del entierro. En el nicho, se grabaron las iniciales del vecino de la localidad, aunque en el interior estaba el cuerpo de la persona sin hogar, que nadie sabe quién es.
Unas semanas después del entierro, el ayuntamiento recibió una llamada avisando de que un difunto de El Cuervo seguía en la citada cámara frigorífica. Tras las primeras investigaciones, se conoció que se trataba del vecino que, supuestamente, llevaba ya dos semanas enterrado.
A su llegada al cementerio, se conoció que el vecino de El Cuervo sí contaba con seguro de vida, que se ha terminado haciendo cargo del segundo enterramiento, el verdadero. En la lápida del nicho donde se suponía que estaba el cuerveño, han tachado sus iniciales para poner las de la persona sin hogar, al que nadie reclama y que lleva unas semanas enterrado en el cementerio municipal.
Detrás de la persona sin hogar, en otro nicho, están los restos del vecino de El Cuervo. De momento, seguirá allí, ya que si nadie reclama al difunto desconocido, no se le puede buscar otro destino. "Eso lo sabe todo el pueblo, es un escándalo", comentan vecinos, en una localidad en la que no se habla de otra cosa en los últimos días.