Así es la villa romana hallada en Cabo de Trafalgar: la más importante del litoral andaluz

Los arqueólogos de la UCA triplican la dimensión del yacimiento, donde ya han encontrado 13 piletas de salazones romanas, 'balneum' romano y una necrópolis prehistórica

Los hallazgos del Cabo Trafalgar - Los Caños de Meca están siendo investigados por arqueólogos de la Universidad de Cádiz

Hace menos de un año que el equipo del Proyecto Arqueostra de la Universidad de Cádiz, enfocado a la investigación sobre la ostricultura romana, se encontró "por sorpresa" con un fantástico hallazgo en el Cabo de Trafalgar: un conjunto de restos arqueológicos de incalculable valor, ubicados temporalmente desde la Prehistoria a la Antigüedad Romana. Estos restos incluye balneum y necrópolis prehistórica. Aunque el complejo estaba localizado desde hace veinte años, no ha sido hasta este pasado año cuando ha vuelto a salir a la luz.

La investigación arqueológica, liderada por el catedrático de Arqueología, Darío Bernal, y el profesor ayudante doctor, José Juan Díaz, ambos del departamento de Historia, Geografía y Filosofía de la UCA (grupo de investigación HUM-440, liderados) ha descubierto ahora algunos de sus secretos. Según los investigadores, el complejo triplica la extensión conocida hasta el momento, haciendo que la nueva villa de Cabo Trafalgar "sea una de las más importantes del litoral andaluz".

Vista aérea de los restos arqueológicos de Cabo de Trafalgar   UCA

"Se trata de la única villa conocida en toda la antigua provincia romana de la Baetica en la que conviven las actividades de acuicultura y de producción de garum y salazones de pescado”, sostiene Bernal, que además hace hincapié en el "excelente estado de conservación". Por el momento, se han hallado 13 piletas de salazones romanas, que presentan sus alzados completos (entre 1,5 y 2 m de profundidad de media), con remates de coronación íntegros, totalmente revestidos de hormigón hidráulico (opus signinum).

Por su parte, los trabajos arqueológicos en torno al balneum romano, que presenta una conservación “excepcional”, con más de 4 metros de alzado en sus paramentos, se encuentran en fase de desarrollo actualmente, y han permitido verificar que su tamaño es notable, al menos en torno a una superficie de más de media hectárea (150 x 50 m aproximadamente). Además, se han descubierto dos edificios romanos en el entorno del complejo termal, totalmente desconocidos previamente: el primero de ellos, con una superficie de unos 150 m2, se relaciona con la industria pesquero-conservera, y está dotado de tres ambientes: un pasillo en forma de L al aire libre; una zona con 3 piletas de salazones; y una habitación para la limpieza y despiece del pescado, donde se halla una gran mesa longitudinal, de unos 8 m de longitud con forrado superior de sillería, que es muy similar a la conocida de las fábricas de Cotta en la Mauretania Tingitana (entorno del actual Tánger), y única en su género en toda la península Ibérica.  También se ha documentado la puerta y una escalera de acceso a un segundo edificio, que será excavado en el futuro, y cuyos paramentos presentan 2 m aproximadamente de alzado conservado.

La villa puede ser una de las más importantes del litoral andaluz    DARÍO BERNAL

Por otro lado, la UCA informa de que se acaban de iniciar los trabajos alrededor de la necrópolis megalítica de la Edad del Bronce para tratar de verificar la existencia de otras sepulturas prehistóricas. En estos últimos meses, se ha comenzado el estudio de laboratorio tanto de los restos óseos de los ocho individuos documentados. Entre los trabajos se incluye análisis paleopatológicos, dataciones absolutas por radiocarbono, ADN antiguo, así como del ajuar recuperado.

Los estudios de campo, tal y como han explicado los investigadores de la UCA, se han acompañado de perforaciones geoarqueológicas encaminadas a la reconstrucción del paleopaisaje y a determinar la paleotopografía del tómbolo del Cabo Trafalgar, así como a la reconstrucción de las lagunas costeras (lagoons) que en su momento rodearon al yacimiento, y cuyos recursos también fueron aprovechados en la Antigüedad. Se han realizado también prospecciones geofísicas encaminadas a la detección de potenciales restos arqueológicos bajo el manto dunar de génesis eólica que cubre toda la zona objeto de estudio.

En relación al estudio de los hallazgos arqueológicos, se puede avanzar que “el estudio en curso de desarrollo verifica la continuidad ocupacional en el yacimiento romano entre época de Augusto y finales del siglo IV o inicios del siglo V d.C”. Estas novedades han permitido cubrir “un vacío histórico de más de 300 años existente con antelación, ya que se planteaba que la villa romana se había abandonado en momentos avanzados del siglo I d.C., situación que es posible entender actualmente pues la ocupación humana se trasladó a la playa de los Caños de Meca, donde las posibles cetariae e instalaciones anexas, como el balneum documentado, estuvieron en funcionamiento hasta poco ant