Chiclana, como otras localidades que dependen de la demarcación hidrográfica del Guadalete-Barbate, tendrá restricciones de un 10% en el caudal de agua hasta principios del año próximo.
A pesar de las lluvias del pasado mes de octubre en la provincia de Cádiz, la Junta de Andalucía publicó a finales de noviembre el estado de la sequía en la demarcación hidrográfica del Guadalete-Barbate. En estos momentos, el nivel de sequía en el sistema Guadalete se mantiene en situación de escasez severa, manteniéndose igual respecto al mes de febrero, pese a las lluvias de octubre y de la Semana Santa.
Aunque la unidad territorial de la Sierra de Cádiz ha mejorado considerablemente respecto al pasado mes de febrero, pasando de una situación de escasez severa a normalidad, mientras que la unidad territorial de Tarifa ha pasado de escasez severa a moderada, el resto de unidades territoriales de la provincia de Cádiz se mantienen en los mismos niveles de principios de año, entre ellas, la unidad territorial Guadalete, a la que pertenece Chiclana.
Al menos hasta enero de 2025, se mantienen las restricciones del caudal de agua al municipio en un 10%. “Aunque las lluvias de la Semana Santa y del mes de octubre aliviaron en parte la situación en la provincia de Cádiz, lo cierto es que la Junta de Andalucía mantiene la situación de escasez severa en el Sistema Guadalete y, por tanto, las restricciones del caudal del agua en un 10% para Chiclana”, indica el alcalde chiclanero, José María Román.
“Es cierto que la situación respecto a finales de 2023 ha cambiado considerablemente, puesto que en ese momento sufrimos restricciones importantes con bajadas de presión durante buena parte del día, pero seguimos con una situación preocupante en líneas generales. Todo ello, pese a que el porcentaje del pantano de Los Hurones se sitúa en torno al 74%”, comenta José María Román, quien confía en que “las lluvias vuelvan a aparecer durante los meses de invierno y primavera y la situación hidrológica pueda mejorar”.
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