Durante 83 días, la localidad de Viganella, en los Alpes italianos, no tiene luz solar. El pueblo, situado en el fondo de un valle, permanece en la penumbra desde el 11 de noviembre al 2 de febrero, debido a la alineación de las montañas, que impiden el paso de los rayos solares en esta época del año, con menos luz solar.
El pueblo, de tan solo 190 habitantes, ha instalado en sus montañas un espejo para que los rayos de sol reboten en él, y puedan disfrutar del sol en esos meses tan fríos. El espejo, instalado en 2006, tiene 40 metros cuadrados, y ocho metros de ancho por cinco de altura, colocados en el monte Scagiola, a 870 metros de altura.
La iniciativa, diseñada por Giacomo Bonzani, lleva años atrayendo a numerosos turistas, y fue fabricado por una empresa de Huelva. De hecho, hasta los Alpes se trasladaron varios onubenses para ver su puesta en marcha. La primera vez que se puso en funcionamiento hubo una fiesta que llamaron "el encuentro de la luz". Ahora los ciudadanos de este pequeño pueblo de los Alpes italianos tienen luz solar todo el año.