Los cuatro cadáveres encontrados en la noche del martes en el centro histórico de Toledo podrían haber fallecido por una intoxicación. Al menos esta es una de las hipótesis en las que trabaja, según fuentes de la Delegación del Gobierno, los investigadores.
Los cuerpos fueron hallados en tres habitaciones diferentes, se encontraban en estado de descomposición y no había signos de violencia en el inmueble, que se alquilaba por habitaciones.
Un familiar que llevaba varios días sin poder contactar con una de las víctimas fue la persona que dio el aviso a la Policía Nacional, que descubrió los cuerpos de tres hombres y una mujer.
El inmueble donde ha ocurrido la tragedia se alquilaba por habitaciones, como han apuntado vecinos del edificio. Las víctimas podrían ser inquilinas de esta vivienda. Hasta el momento solo se conoce que uno de los fallecidos es un hombre de 64 años de edad.
La Policía Científica y la Policía Judicial siguen adelante con las investigaciones y están trabajando en la posibilidad de que las muertes hayan sido por una intoxicación por monóxido de carbono.