Una aseguradora ha sido condenada a pagar más de dos millones de euros a la familia de una mujer de Huelva de 35 años que quedó en coma tras extirparle la vesícula en un hospital sevillano.
El procedimiento se inició por demanda interpuesta por los padres de la joven. La joven se sometió a una intervención quirúrgica de la extirpación de la vesícula por laparoscopia, en virtud de la póliza de asistencia médico-sanitaria que tenía concertada con la entidad demandada.
En la operación e produjo una situación de bache hipotensivo y se le pasó a la sala de despertar tras suministrarle la medicación que precisaba. Pero tuvo que ser trasladada a la UCI, donde permaneció ingresada una semana, al comprobarse que tenía síntomas como no poder hbalar.
La paciente fue dada de alta dos meses, con la consideración de que estaba en coma vigil y con presencia de algunos reflejos, con hipertonía y rigidez de hemicuerpo izquierdo.
En la denuncia se recoge que a la paciente le provocaron unas secuelas irreversibles entre las que destacan deterioro cognitivo, tetraparesia espástica y la asistencia de terceras personas de por vida para realizar las actividades básicas de la vida diaria.
El juez habla de un daño desproporcionado porque se ha producido un evento dañoso, admite la existencia de la negligencia y señala que el daño no ha sido causado por una conducta o por una acción que corresponda a la esfera de la propia víctima. Por todo ello, condena a la demandada a abonar 1.910.802,87 euros en concepto de daños y perjuicios derivados de negligencia médica.