El atentado terrorista que ha provocado una matanza en una sala de conciertos de Moscú, con al menos 40 muertos y más de un centenar de heridos, ha sido reivindicado por el Estado Islámico.
Un ataque que llega tras las advertencias públicas que se han realizado días atrás desde varias embajadas extranjeras en la capital rusa, que hablaron de la posibilidad de que hubiera atentados sangrientos.
Las autoridades rusas todavía no se han pronunciado sobre la autoría del atentado reivindicado por ISIS y han aprovechado para apuntar a Ucrania. "Si se establece que se trata de terroristas del régimen de Kiev, serán localizados y destruidos sin piedad. Incluyendo los dirigentes del Estado que cometió semejante atrocidad", ha señalado Médvedev, número dos del Consejo de Seguridad de Rusia.
Mijailo Podoliak, el asesor de la Oficina de la Presidencia ucraniana, ya descartó la participación de su país en este ataque terrorista y cree que Rusia aprovechará este suceso como propaganda para seguir con sus tropelías en el país que ha invadido. "Ucrania nunca ha recurrido a métodos terroristas. La propia Rusia sí que ha atacado a sus propios ciudadanos para iniciar acciones antiterroristas contra grupos étnicos", ha señalado el consejero presidencial.