La llaman la droga zombie y en Estados Unidos empiezan a hablar sin tapujos de epidemia. El fentanilo es lo que el caballo en los 80 y 90 en España, pero 50 veces más potente. Una dosis de 100 a 400 microgramos cuesta menos de 2,5 dólares y un gramo está entre los 150 y 200 dólares, según Adiction Rescourse.
Con unas tres dosis el enganche ya es total. El opioide sintético crea un síndrome de abstinencia feroz, al más puro estilo de los años más duros de la heroína, pero con un impacto exponencial.
Organizaciones de salud norteamericanas señalan con alarma que solo 2 miligramos de fentanilo pueden ocasionar una muerte segura. La sobredosis significa fallecimiento o, en el mejor de los casos, esa aterradora parálisis que deja al consumidor del estupefaciente como una especie de muerto viviente.
Las imágenes que pululan por Twitter son estremecedoras: hasta en el paseo de la fama de Beverly Hills hay esos zombies del fentanilo. Arrastrados por las calles, con alucinaciones violentas, con moscas en la entrepierna tras un letargo entre la vida y la muerte.
San Francisco o Filadelfia son algunas de las zonas con más casos de muertes por sobredosis, hay unos 100.000 decesos cada año. Y van a más. Y empieza a expandirse.
El Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas de Estados Unidos (NIDA, por sus siglas en inglés) incluye entre los efectos, breves, de esta droga letal la euforia, felicidad extrema y desentendimiento. El viaje de esta especie de morfina se inyecta, se inhala, se contagia al organismo por parches transdérmico, pero dura tan poco que el consumidor cae preso rápidamente de sus demoledoras garras.
"La epidemia del fentanilo está arrasando con familias enteras"
“Mi madre murió de sobredosis frente a mí. Tengo 21 años, hermano”, dice un chico en un vídeo que se ha vitalizado en Twitter. Apenas se tiene en pie, se tambalea, famélico como perro lleno de pulgas, devorado por una droga de la que difícilmente podrá escapar. “La epidemia del fentanilo está arrasando con familias enteras en los Estados Unidos. Mientras, te hablan de extraterrestres en el Congreso”, asegura uno de los cientos de comentaristas de la red social que comparte el vídeo.
También se habla de la naloxona, un fármaco antagonista que revierte el efecto de los opioides en el organismo. Y se habla de que el fentanilo ya está corriendo a toda velocidad en Europa, en países como España. Incluso cortado con cocaína, aumentando la adicción sin que ni siquiera el consumidor sea consciente.
El informe anual de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE), recuerda una pieza del diario Público sobre esta droga letal, reflejaba en 2019 que España ya se situaba ese año como octavo país del mundo en consumo de cuatro principios activos opioides —morfina, oxicodona, buprenorfina y fentanilo—, y el tercero de la UE en el caso concreto del fentanilo. En España, su uso se ha multiplicado por cuatro en solo dos años, según la última encuesta sobre alcohol y otras drogas en España (Edades).