Las Urgencias del Hospital de Jerez están “peor que nunca”, indican los trabajadores. Una de las profesionales explica, incluso, que “a las cinco y media de la mañana, el otro día, me entraron ganas de llorar por primera vez en mi vida”. Lleva años ejerciendo en el Hospital. Estas son las deficiencias que denuncian los profesionales, ordenadas según la atención a los pacientes y contadas por David Ruiz y Jaime Sánchez, delegados de Comisiones Obreras en el Hospital de Jerez. “Lo denunciamos pero no tenemos intención de fastidiar a la administración, sino por los pacientes y por los derechos de los trabajadores. Estamos muy quemados, y eso repercute”, indican en CC.OO. “Antes estaba mal, pero ahora están peor. Faltan camas, falta personal y las Urgencias están colapsadas”.
1º. La llegada al Hospital
Desde que se baja del coche, en la puerta de Urgencias, o por otro medio de transporte, una persona con salud delicada debe ser trasladada hasta el triaje (primera valoración sanitaria) por un celador o celadora. Si lo requiere, con camilla o con ‘carro’ (silla de ruedas). Algunos de estos materiales son de compra reciente, poco más de un año, y ya fallan. “Las ruedas no ruedan”, explican. Empujar a personas de más de 100 kilos, como se da en muchas ocasiones, es una tortura. “Te deja los brazos fatal”, indica una persona del equipo de celadores.
Las camillas, por su parte, suelen ser muy antiguas. Resistentes, pero muy antiguas. Y con pocas funcionalidades. “En otros hospitales bajan hasta el suelo o puedes reclinarlas para personas que tengan problemas respiratorios”. En las Urgencias de Jerez, en cambio, las camillas son fijas y se encuentran a un metro de altura. En muchas ocasiones, los celadores están solos para recibir a los pacientes. En esas ocasiones, “¿cómo lo hago yo para subir a una persona a esta camilla”, explica una profesional.
2º. El triaje
A la hora de recibir a las personas en Urgencias, una persona titulada en Enfermería utiliza un protocolo para catalogar las dolencias de los pacientes. Es un procedimiento habitual en cualquier servicio de Urgencias. Sin embargo, se han producido agresiones a pesar del aumento de seguridad en el Hospital. Los profesionales se ponen en el lugar de la gente. “Al final lo pagamos nosotros. Si se pasan horas esperando, no lo justifica, pero sabemos que acabarán ocurriendo estas agresiones”. Uno de los últimos casos, contra la persona que se encontraba en triaje. “No falta seguridad, incluso se ha instalado el botón del pánico. Pero sí es cierto que cuando está tu padre con 80 o 90 años en un butacón durante dos días, la gente se crispa”.
3º. La espera a la primera consulta
Según lo que hayan dicho en triaje, habrá una prioridad u otra. Las paradas, ictus, etc., se resuelven al instante. Sin embargo, otras dolencias requieren más tiempo. Se dan casos de horas sin ver por primera vez a un médico. Uno de los delegados de Comisiones Obreras lo explica. Si acudes, por ejemplo, con una lesión en una mano, “son muchas, muchas horas”, señala una trabajadora.
4º Tras la primera exploración médica
Según lo que indique el personal médico, tras una primera consulta, caben tres posibilidades. O te mandan a casa, o te mandan directamente un tratamiento, o mandan a realizarte pruebas. Si te mandan a casa, en principio, es porque se trata de dolencias menores. Pacientes y fuentes del Hospital de Jerez indican que se ha estado mandando a casa a personas por el colapso de las Urgencias. “El lunes pasado a las 8:30 de la mañana había 14 personas pendientes de ingreso y 7 pendientes de traslado al sanatorio”.
Si te mandan un tratamiento, durante el pasado fin de semana, según denunciaba Comisiones Obreros, las personas que quedaban en la sala de tratamiento el lunes por la mañana eran personas a las que habían puesto uno (por ejemplo, un gotero), y que quedaban en sillones en lugar de pasar a cama. La razón: que durante el fin de semana no se dan altas en las camas del Hospital, y por tanto no pasan a plantas las personas en Observación, por lo que en ese área se generan ‘tapones’ de pacientes.
Si te mandan pruebas, según denuncian desde CCOO, la espera puede acumular varias horas, y que implican volver a esperar a ver a un doctor que valore éstas. De ahí, para casa, para tratamiento o para más pruebas. “En algunas áreas, la falta de celadores son las que provocan que se alarguen las pruebas”.
5º. Pasar a planta
Las mañanas de lunes son las más complicadas, como se ha citado anteriormente. Faltan camas en planta, indican desde Comisiones. De ahí que haya ‘tapón’ por lo que se genera en Urgencias durante el fin de semana, porque no hay altas en sábado y domingo. Las denuncias hablan, especialmente durante el Plan de Alta Frecuentación durante los tiempos de gripe.
“Tenemos camas cerradas por falta de enfermeros, son contratos que se ahorran. Faltan seis camas en Neumología, dos camas en maternoinfantil, dos en Medicina Interna y cinco en Digestivo. Hay habitaciones que se usan como almacén, otras como despacho (para consultas) y habitaciones donde se bloquea una cama y se mantiene la otra. Así se ahorran los enfermeros”.
David Ruiz y Jaime Sánchez ven complicado afrontar en Jerez una nueva infección como es el coronavirus. “Las Urgencias de Jerez no dan más de sí. Urgencias es siempre el hueso de cualquier gerente, porque abarca más de lo que debería”. El problema, indican desde CCOO, es la población servida. “Por cultura, la gente de la Sierra no va a Villamartín cuando tiene un problema urgente, va a Jerez. Y está toda la zona de Sanlúcar, Rota, Chipiona, Trebujena… No van a Sanlúcar. Y se ha ido aumentando la cartera de servicios y esto sigue igual”.
A nivel político, desde el sindicato mantienen una crítica a la actual dirección política. Isabel Paredes es la delegada territorial en Cádiz y Jesús Aguirre, el consejero andaluz de materias sanitarias. “No sabemos si es que no lo saben… Pero les pido que hablen con el personal. La comunicación, actualmente, no es la mejor. Nos indigna que digan que queremos alertar a la ciudadanía. No digo que no quieran hacerlo bien, pero es horroroso. Octubre y noviembre… En esos meses llegó a haber 17 bajas sin cubrir de celadores. Hablamos de plantas enteras. Tenían que ir de otras plantas para cualquier cosa. Queremos ayudar, pero nos quedamos perplejos cuando nos dicen que los plazos están bien. No se entiende, porque lo que transmiten no es la realidad… Y menos mal que los trabajadores son chapeau. Nosotros contrastamos todos los datos, no nos inventamos nada. Estamos muy quemados”.