Dos nuevos aspectos se suman a la revisión de la ITV. El servicio de inspección de vehículos ha avisado a los conductores que tendrán que observar tanto las emisiones contaminantes como los sistemas de seguridad a bordo. En concreto, entra en juego el puerto OBD (On Board Diagnostic), que se incorporó a los coches de gasolina en el 2000 y a los de diésel en 2003.
Mediante este puerto se accede a la electrónica y el funcionamiento interno del coche. Según Ideal, hasta ahora, se han estudiado parámetros básicos para detectar una posible modificación del kilometraje o la centralita. A partir de ahora, los controles serán más exhaustivos. Además, las ITV analizarán los datos de consumos y emisiones de CO2 con el fin de revelar conducciones deportivas o posibles manipulaciones en la electrónica del vehículo.
La máquina también sacará a la luz si la memoria de almacenaje de datos no ha sido formateado. Además, se añadirá información sobre las emisiones medias, el kilometraje, el consumo energético o la distancia recorrida. En junio de 2026, las ITV revisarán el funcionamiento de los sistemas ADAS, es decir, asistentes electrónicos obligatorio a partir de julio de 2022 que incluyen un conjunto de cámaras, sensores y radares distribuidos por la carrocería.
Este sistema está pensado para el mantenimiento del coche en el carril, la detección de un obstáculo al dar marcha atrás o avisar cuando alguien no lleva el cinturón de seguridad.