La Policía Nacional ha detenido en Tarrassa (Barcelona) al propietario de un bar por, supuestamente, tener explotado a un trabajador que no tenía contrato ni seguro médico, no estaba dado de alta en la Seguridad Social y no disfrutaba de vacaciones.
Estos hechos se han repetido a lo largo de tres años, en los que el trabajador acudía a su puesto seis días en semana para cubrir jornadas de aproximadamente diez horas por un sueldo mísero de tan solo 700 euros mensuales.
A través de varias denuncias anónimas, los cuerpos de seguridad se personaron en el establecimiento el pasado mes de julio para investigar si existía alguna negligencia en la contratación de los trabajadores.
Según los propios informantes, el dueño se aprovechó de la situación de la víctima, un ciudadano marroquí sin familia ni círculo cercano en la localidad y con escasa formación académica, para obligarle a aceptar estas salvajes condiciones.