110 años contaba Antonio Alvarado, leonés, cuando esta pasada madrugada falleció en la residencia en la que vivía. Hasta ese momento fue el hombre de más edad de España. Nació en 1912 en la localidad de Remolina.
Tercero de 15 hermanos tuvo una vida intensa empezando, tras dejar el colegio, como pastor trashumante llevando el ganado, a pie, desde las tierras leonesas hasta Extremadura. Lo deja para seguir como minero en Hulleras de Sabero, a la vez fue luchador de lucha leonesa de la montaña; con 17 años empezó y ganó varios premios.
Fue a la guerra civil; cuando acabó, dejó la mina e ingresó en la Policía Nacional. Se caso y tuvo seis hijos. Su primer destino como tal fue en Bilbao. Al mismo tiempo se sacaba un sobresueldo llevando la contabilidad de una tienda de muebles. De policía lo trasladaron a Barcelona, donde alcanzó la jubilación.
Decidió volver a su pueblo natal y llegó a convertirse en alcalde de Crémenes cargo en el que realizó una intensa labor con iniciativas que mejoraron la población. Hasta lo cien años conducía su propio vehículo y en la residencia llevó una vida muy activa haciendo algo de deporte, participaba activamente en los juegos comunitarios… era el abuelo del centro y muy querido por todos.