La FIFA ha ganado y, por tanto, Catar ha ganado. Las diferentes selecciones no podrán mostrar ningún tipo de símbolo para denunciar la represión que existe en el país árabe contra diferentes colectivos. En un comunicado conjunto, Inglaterra, Gales, Dinamarca, Bélgica, Alemania, Países Bajos y Suiza han renunciado a portar un brazalete con la bandera LGTBI+ y el lema 'One Love'. Con dicho brazalete pretendían tener un gesto ante las comunidades perseguidas en dicho país.
En el comunicado conjunto, las federaciones de estos países señalan que la FIFA ha amenazado con sanciones deportivas a aquellos que porten estos mensajes. Esto ha provocado que las distintas federaciones hayan decidido evitar problemas para sus jugadores. "No podemos poner a nuestros jugadores en la situación de ser amonestados o incluso expulsados", afirman las federaciones en el comunicado.
"Estamos frustrados por la decisión de la FIFA, creemos que es improcedente", señala el escrito. Capitanes como Harry Kane (Inglaterra) se habían mostrado convencidos de llevar a cabo esta forma de protesta después de que la celebración del Mundial haya estado rodeada de polémica. El propio Louis Van Gaal, seleccionador de Países Bajos, ha dejado claro en rueda de prensa que la Copa del Mundo no debería celebrarse en este país y que el único motivo es económico.
La FIFA también ha prohibido a Dinamarca entrenar y calentar con una camiseta en favor de los derechos humanos. Hummel, la firma deportiva que lleva el combinado, presentó equipaciones con los diferentes escudos camuflados para mostrar el desacuerdo. Otros jugadores como Hugo Lloris, capitán de Francia, ha mostrado una posición opuesta. El francés dijo que "si la FIFA organiza la competición, nosotros debemos seguir las normas y como jugadores debemos limitarnos a competir".