"Funciona todo de puto culo; hay compañeros que exageran síntomas para que les hagan un test"

Más del 21% de positivos por coronavirus en Andalucía es personal sanitario y ya hay un médico de familia entre los fallecidos. En el Hospital de Jerez, un enfermero de Urgencias relata el día a día de una batalla a la que acuden casi sin armas: "Se contagia más gente porque contagiamos nosotros mismos"

Un sanitario, cargando material en el Hospital de Jerez. FOTO: CANDELA NÚÑEZ
Un sanitario, cargando material en el Hospital de Jerez. FOTO: CANDELA NÚÑEZ

Si la lucha contra la pandemia global del coronavirus fuera equiparable a un conflicto bélico, que no lo es —lean algo de lo que sucede en Siria desde hace una década—, estaríamos guerreando con poco más que tirachinas, a la espera de nuevo armamento por llegar. El personal sanitario que estaría en esa hipotética primera línea de batalla contra esta peste del siglo XXI, ese al que nunca aplaudimos lo suficiente al caer cada tarde, improvisa cada día para esquivar a su paso los campos regados de minas como los existentes en hospitales como el de Jerez, dependiente del Servicio Andaluz de Salud (SAS) de la Junta de Andalucía.

Cuentan profesionales del complejo hospitalario andaluz a lavozdelsur.es que cada mañana acuden a por mascarillas tras firmar un documento con su nombre, apellidos y DNI, y será la única que tengan para todo el turno de doce horas. Hay otros usuarios que denuncian el caso, este pasado martes por la noche, de una mujer con positivo por COVID-19 confirmado que fue ingresada sin pulsera identificativa, sin ni siquiera haber llamado a un familiar para decirle dónde se encontraba ingresada, cruzándose éstos, a las horas, con infectados a su paso por el complejo hospitalario...

Prueba rápida desde el coche para detectar el COVID-19, este miércoles en el Hospital de Jerez. FOTO: JUAN CARLOS TORO

"Esto es un caos absoluto", cuenta David Pueyo (Pamplona, 48 años) a este periódico digital, enfermero de Urgencias con más de veinte años de experiencia y que, antes de empezar a trabajar en el Hospital de Jerez, estuvo en el Virgen del Rocío de Sevilla, lidiando con un contagiado de ébola. "Lo veo esto con tranquilidad, no estoy con tanto pánico y miedo como la gente, pero sí me comparo a cómo nos vestimos y protegimos con aquel caso de ébola y digo: esto es una puta mierda. Nos están poniendo una bata de quirófano para entrar en Urgencias, no tengo medidas de seguridad, no hay material, no hay suministro, no ha habido formación previa, como siempre ha ocurrido en el SAS, y así vamos... Nos quejamos pidiendo material en condiciones y la respuesta es que es lo que hay, falta material".

"Una compañera que entraba a las nueve de la mañana apareció a las cuatro de la mañana con taquicardia"

La situación, conforme avanza la curva ascendente de afectados —España supera en víctimas mortales a China, foco de la pandemia— es más tensa. Y más para quienes como David están en "primerísima línea". "Hay mucha ansiedad, mucho nerviosismo. Ayer una compañera que entraba a las nueve de la mañana apareció a las cuatro de la mañana con taquicardia porque no podía dormir... es por la inseguridad de que no nos dan material en condiciones para trabajar", cuenta Pueyo, que no teme dar la cara por represalias. "¿Represalias? ¿Qué estamos en una dictadura? Es la única manera de que hagan algo. Esto es un caos", insiste, al tiempo que recuerda que el Código Penal, en su artículo 316, establece penas de prisión y multas a "los que con infracción de las normas de prevención de riesgos laborales y estando legalmente obligados, no faciliten los medios necesarios para que los trabajadores desempeñen su actividad con las medidas de seguridad e higiene adecuadas, de forma que pongan así en peligro grave su vida, salud o integridad física".

Sanitarios del Hospital de Jerez en la lucha contra el COVID-19. FOTO: JUAN CARLOS TORO

En su centro de trabajo, el Hospital de Jerez, insiste en que "la situación del personal es caótica, no nos facilitan medios, todo racionado como si fueran tiempos de guerra, decían que iban a contratar y aquí no contratan a nadie, es más, van sacando a gente y la ponen en otro lado". El turno son doce horas, en las cuales, "al compañero que le toca estar en consulta atendiendo a los posibles casos tiene que estar vestido con un EPI durante seis horas en Urgencias, que eso es inhumano, y luego los protocolos van cambiando cada día, cada día tienes que aprendértelo, lo que era asao ahora es así, un disparate. Y los EPI también se lo dan solo al que va a entrar en consulta, también con nombre, apellidos y DNI. Preguntamos dónde está todo lo que se ha traído y donado, porque aquí no aparece nada". 

Andalucía registraba hasta este miércoles un total de 649 profesionales de su sistema sanitario contagiados por el coronavirus COVID-19, que representan el 21,5 por ciento del total de casos positivos confirmados en la comunidad, que se eleva a 3.010. Un médico de familia de Córdoba capital ha sido el primer sanitario fallecido por este virus en Andalucía, este mismo miércoles.

"Te ponen muchas pegas para hacerte un test, aun habiendo estado con positivos"

¿Llegan los test rápidos? Pueden ver las imágenes de este mismo miércoles en el complejo sanitario público de Jerez, quinta ciudad más poblada de Andalucía. Bolsas, plásticos improvisados para cubrirse los pies... entre quienes realizan la prueba exprés, que dicta si se porta el virus o no en unos diez minutos. Pero, ojo, no hay para todos. "Los test rápidos se hacen a algunos profesionales o compañeros que han estado en contacto con infectados y fueron aislados. En un turno tienes una compañera que ha dado positivo y todos hemos estado en contacto, y a unos se le hace el test y a otros se les manda para su casa y ya te llamarán, y otros que sigan trabajando, te ponen muchas pegas para hacerte un test, aun habiendo estado con positivos", cuenta este enfermero de Urgencias a lavozdelsur.es.

"Tengo dos compañeras que han dado positivo y hemos estado en contacto con ellas, y en una semana te llaman para preguntarte cómo estas; lo triste es que hay compañeros que exageran síntomas para que le hagan el test rápido, te lo digo así de claro. No son test para todo el mundo, se lo están haciendo a compañeros que han estado aislados. Los coches que ves son de compañeros del hospital, para no tener que salir de casa ni del coche, pasan por debajo del puente de Infantil y le hacen la prueba. Y no a todos los sanitarios".

David Pueyo muestra, en una imagen subida a Facebook, una de las mascarillas para doce horas de turno que le suministra el SAS.

Eso, pese a que el centro hospitalario jerezano tiene, a fecha de 25 de marzo, seis personas en UCI, 31 positivos confirmados ingresados en planta, y 16 casos con serias sospechas. Y claro, luego están los positivos asintomáticos que pueden seguir propagando el virus. "En realidad, es incalculable, hay mucho positivo asintomático y si no haces los test no los descubres y pueden contagiar. Hay gente que no es solo con patología respiratoria, el otro día vino un paciente con dolor torácico y era positivo. Las estadísticas que están dando no son reales", asegura este profesional de la sanidad pública, que ve como cada día, "cambia una guardia y se echa la gente a temblar: este positivo pásalo para allá, este otro para acá... Aquí estamos haciendo las cosas mal, ante el desconocimiento y la poca formación, se contagia más gente. Prevemos por el día anterior, no con anticipación. Prevén que ayer hubo tres y que hoy puede haber cinco, pero es que hay quince. Las administraciones se lavan las manos como bellacos. El fallo es a todos los niveles. Aquí está funcionando todo de puto culo".

Al sistema sanitario público andaluz, en manos del ala PP del Gobierno de la Junta, le llueven también las críticas, después de una primera fase de la epidemia donde la comunidad parecía mantener el tipo, incluso sacaba pecho, y se visualizaba externamente una gestión avanzada en la contención del coronavirus. La ola ya ha empezado a sacar a relucir que había más maquillaje que gestión en todo lo que se ha ido trasladando a cuentagotas a la opinión pública. Baste recordar que en Jerez, cuando todos los medios de comunicación habían confirmado un lunes el primer positivo, el SAS no reconoció el caso oficialmente hasta pasados unos días. El 3  de marzo pasado había ya un sospechoso de coronavirus en Jerez, y el 10 de marzo la Junta no solo no lo confirmaba, sino que se limitaba a anunciar una restricción a las visitas en los hospitales. En la noche del 14 de marzo se decretaba el estado de alarma.

Todo ha venido en cascada, como una tormenta que está calando hasta los huesos a un personal sanitario para el que todos los aplausos cada tarde son pocos. "No refuerzan las urgencias, nos quitan personal. Observación está vacía —de una noche con 200 pacientes en Urgencias se ha pasado a unos ocho—, pero anoche vinieron nueve casos de sospecha que subieron todos para ingreso. No se puede quitar personal, a la gente que trabaja en verano no la han llamado a fecha de hoy, tanto que dice la Junta de Andalucía que iba a contratar".

Sobre el autor:

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Paco Sánchez Múgica

Periodista, licenciado en Comunicación por la Universidad de Sevilla, experto en Urbanismo en el Instituto de Práctica Empresarial (IPE). Fundador y Director General de ComunicaSur Media, empresa editora de lavozdelsur.es. Antes en Grupo Joly. Soy miembro de número de la Cátedra de Flamencología. Primer premio de la XXIV edición del 'Premio de Periodismo Luis Portero'.

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