El futbolista español Pablo Marí vio pasar la muerte de largo en la tarde del jueves tras un apuñalamiento masivo en un Carrefour a las afueras de Milán en el que perdió la vida un cajero.
"Tuve suerte porque vi morir a una persona frente a mí", ha confesado el actual jugador del Monza desde el hospital a la Gazzetta dello Sport.
Pablo Marí se encontraba con el carrito de su bebé en el momento en el que "sentí un dolor insoportable en la espalda".
El defensa cuenta también que "después de eso vi a este hombre apuñalar a una persona en la garganta, frente a mí".
Por fortuna, el jugador valenciano ha sido el herido menos grave de los cuatro en total, más la víctima, del suceso acontecido en Italia. "Estoy bien, el lunes estaré en el campo", ha destacado sobre su estado de salud.