Del ganado a los coches de otra época: un paseo histórico y nostálgico por la calle Larga, la 'Gran Vía' de Jerez

Una arteria que sigue siendo, a pesar del paso del tiempo, pulsómetro de la ciudad y testigo de su evolución cultural, arquitectónica y social

Un grupo de niños juega donde está situada ahora la Rotonda de Los Casinos, en la calle Larga, la 'Gran Vía' de Jerez.

La calle Larga es una de las más emblemáticas de Jerez. A finales del siglo XV empezaron a construirse los primeros edificios junto a los muros de una calle que pronto comenzó a ser llamada como se le conoce por su longitud.

La Gran Vía de Jerez ha sido testigo directo de la evolución de la ciudad, contemplando procesiones, manifestaciones, eventos culturales y fiestas de todo tipo, además de la apertura y cierre de decenas de comercios y bares. 

Imagen de hace décadas de la calle Larga.
Cuando estaba permitido el tránsito de vehículos.

Sin la calle Larga no se concebiría la transformación urbanística de la ciudad. Un lugar que a princios del siglo pasado era de tránsito para el ganado o para los coches de caballo de la época y que con el pasar de las décadas dio paso a la llegada de los primeros automóviles o a la circulación de los primeros autobuses urbanos. 

Pasear por la calle Larga es recorrer el pasado y las imágenes que aparecen junto a esta publicación nos acompañan a ese viaje histórico y nostálgico por la principal arteria del centro de la ciudad. 

Coches de otra época en la calle Larga.
Tráfico para acceder a Santa María con la calle Larga al fondo.

Una calle rica en historia que en su día formaba parte de la antigua N-IV a su paso por la ciudad y que pasó a ser peatonal en 1996 tras la insistencia de Pedro Pacheco, que ya doce años antes había afirmado que "la calle Larga será un lugar de paseo, no una autopista". 

Su peatonalización no fue una labor fácil, ya que los comerciantes del lugar se opusieron a la misma al entender que sin el tránsito de vehículos se perderían muchos clientes. 

Ahora, paradojas de la vida, nadie entendería una calle Larga con coches pasando a todas horas. En su día, hasta aparcar se podía en este punto de unión entre la Alameda Cristina y la plaza del Arenal. 

Estampa añeja de la 'Gran Vía' jerezana.
Imagen de las primeras décadas del siglo pasado.

Lugar de paso para todas las generaciones, faro del paso del tiempo, de unas décadas en las que los niños jugaban tranquilamente en la calzada sin preocupación por el tráfico, donde las compras se hacían en el centro porque no había noticias de las grandes superficies comerciales. Pulsómetro de Jerez, carta de presentación para los turistas y calle que, a pesar del paso de los siglos, sigue poniéndose elegante cuando llegan fechas señaladas como la Semana Santa o la Navidad.

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