"Dicen que los ángeles están entre nosotros sin alas dando señales de su bondad sin llamar la atención. Si esto es así, sin duda, este muchacho es uno de ellos". Son las palabras de Carmen, una mujer que fue a comer con su familia al local de Pomodoro en el centro comercial Bahía Sur, en San Fernando, cuando presenció una escena que le conmovió.
Tanto ella, como su pareja Miguel han compartido en sus redes sociales el bonito gesto que un camarero, llamado Pedro, tuvo con una persona dependiente. "Pudimos vivir una situación que nos emocionó", comparten.
La familia estaba almorzando cuando se percató de que el empleado dejó de hacer sus labores para sentarse con un hombre que iba en silla de ruedas. "Mientras intercambiaban palabras entre risas, Pedro se encargaba de que no se manchara, que bebiera y que comiera en condiciones", describe.
La escena hizo que a este vecino se le saltaran las lágrimas, de modo que se acercó al camarero para felicitarle por su gesto. Según explica Miguel, le contestó: “Él quería comer, y es lo menos que podemos hacer, se siente agusto aqui y entre risas echamos un buen rato”.
"Le volví a dar las gracias por demostrar esa humanidad y le dije que ojalá más gente así, detalles como estos son los que me hacen creer q aunque sean pocos, aún queda gente buena en este planeta. Ese comportamiento debe ser ejemplo para los jovenes que nos rodean", expresa.
Carmen también ha comentado cómo vivió el momento en el que el camarero demostró su humanidad. "El señor no paraba de reír, y el chico le daba de comer con muchísimo cariño y simpatía", añade.
Ambos han querido poner en valor este gesto que quedará grabado en sus mentes y que ha recibido muchos comentarios de agradecimiento.
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