La Delegación del Gobierno en Madrid, dirigida por el socialista José Manuel Franco, ha negado el permiso para todas las manifestaciones por el 8M que se iban a celebrar en la Comunidad, alegando razones de "salud pública" debido a la pandemia. La decisión llega en la mañana de este jueves, porque Madrid "sigue siendo uno de los territorios de España con mayor índice de contagios así como de personas hospitalizadas, por encima de la media nacional".
Franco ha esgrimido el estudio de "recorridos establecidos, previsión de asistencia, duración y lugares de celebración, entre otros detalles" para tomar esta decisión, que es un cambio de criterio respecto a lo manifestado en el mes de febrero, y rompe también con la previsión de permitir marchas de hasta 500 personas para este 8M. La propia ministra de Sanidad, Carolina Darias, ha tenido un papel fundamental, pues también ha realizado declaraciones remachadas con un "no ha lugar" manifestarse este 8 de marzo.
Asimismo, al tratarse de una decisión de una Delegación de Gobierno -órgano dependiente del Gobierno central, representante de éste en comunidades autónomas y provincias-, queda la puerta abierta a que se trate de la primera decisión que podría desencadenar una suspensión generalizada en toda España. Eso sí, deberán ser particularmente las delegaciones y subdelegaciones (en las provincias) las que respondan a cada una de las peticiones de manifestación por el Día de la Mujer.
Estas marchas han estado en el debate al celebrarse en 2020 seis días antes de la declaración del estado de alarma, siendo arma arrojadiza de la oposición contra el Gobierno central. En esta ocasión, todo apunta a que finalmente el Ejecutivo va a dar marcha atrás a unas primeras intenciones de permitirlas con aforo de 500 personas y siempre y cuando se cumpliese la distancia, que fue lo que en primer lugar se anunció.
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