El escritor Nando López ha contado en sus redes sociales la horrible experiencia que tuvo en un centro escolar al que visitó. “En un centro varios chicos de Bachillerato me recibieron brazo en alto con ‘arriba España’. En otro, tuve que reaccionar al oír ‘un maricón menos’ tras mencionar a Samuel Luiz”, ha contado.
López, no daba crédito a lo que estaba escuchando y al comportamiento de los adolescentes, aún menores de edad. “Esos ejemplos no eran generalizables ni siquiera a todo el grupo que asistía al encuentro. Pero sí me preocupó hallar esa polarización en muchos de los centros escolares -casi unos 200- que visité el curso pasado. Y que contrastaba con lo que había visto antes”.
Antes esto, el escritor ha reflexionado sobre las posibles causas que unos adolescentes tan jóvenes puedan remitirse al discurso del odio tan pronto. “La responsabilidad de ciertos medios y partidos al presentar el fascismo como una opción inofensiva, válida y hasta amigables es más que evidente. Pero me temo que, de los efectos que esto pueda tener a largo plazo, solo estamos viendo las primeras -y tristes- consecuencias”, analiza.
“De repente, la expresión de posturas homófobas, machistas, tránsfobas o racistas se considera aceptable y en algún coloquio tuve que escuchar cosas del tipo "no tengo por qué respetar a los gays si me dan asco", como si una lacra como la LGTBIfobia fuera debatible”, se plantea.
Asimismo, López cuenta que durante sus visitas a institutos se ha encontrado con preguntas como “"por qué podéis poner la bandera esa vuestra [la LGTBIA+] y no podemos poner la otra [la del aguilucho anticonstitucional]" o la más habitual, jóvenes que aclaraban que “estaban hartos del feminismo" o "Igualdad, sí, pero feminismo, no".
Según el escritor estos comentarios “dejan claro lo importante que es seguir educando y explicando qué es el feminismo y por qué todo el mundo debería ser feminista”.
“A nivel político y mediático he perdido la esperanza de que se haga algo ante esto. Al revés, lo sucedido en Italia parece haber dado alas a quienes siguen buscando excusas para justificar sus lazos con el fascismo. Pero espero que en las aulas y en la cultura, no nos rindamos”, explica.