Paulina es la madre de una niña que con tan solo ocho años está sufriendo, según denuncia, acoso escolar en un colegio de Alcalá de Guadaíra (Sevilla).
Cansada de quejarse a la dirección del centro, esta madre ha compartido en redes su desesperación. "Estaba hartita de ir a quejarme cada vez que habían agredido o humillado a mi hija. Siempre me dan la misma respuesta: son niños, se han quedado sin recreo... Quedarse sin recreo es el castigo que adoptan para niños que han cogido a mi hija por el cuello, para niños que le han partido los deberes, le han dado guantadas en medio de la clase en la cara y le han pegado en sus partes".
Este lunes pasado fue a recoger a su hija como los todos días y se encontró con que la menor tenía un brazo colorado y cinco moratones. Un niño, según cuenta, le había retorcido el brazo y la muñeca. "Le pusieron hielo y una notita a los padres. Ese fue el castigo. Mi hija ese día se llevó hasta las doce de la noche en el hospital haciéndose radiografías y con pomada y antibióticos para el dolor".
Desde el lunes, la menor no va al colegio y su madre tampoco puede ir a trabajar al tener que quedarse cuidándola. "Mientras, ese niño está en el colegio y la única solución es que van a vigilar unos días. Mi niña tiene miedo de que le vuelvan a pegar. ¿Qué hacéis en los colegios? Hacer la vista gorda, mirar hacia otro lado y decir que hay que insertar a los niños al precio de hundir a niñas como la mía", se queja indignada Paulina.
El tema ya ha sido denunciado y está en manos de la delegación de Educación. "No podemos seguir consintiendo que sigan pasando estas cosas. Son niños indefensos en medio de una lacra de menores agresores", concluye.