“Stop agresiones. Tu enfermera te cuida”. Seis palabras pegadas en la mano de un sanitario que permanece callado, con el rostro tapado por una mascarilla, en la puerta del centro de salud Jerez Centro de San Dionisio. Sus ojos revelan tristeza e impotencia, sentimientos compartidos con decenas de personas que este martes se han concentrado de forma silenciosa por un mismo motivo. Las últimos ataques a profesionales del sector sanitario, esos que esta mañana sostienen pancartas pidiendo “respeto”.
En apenas una semana un hombre se ha abalanzado a patadas y puñetazos contra el personal del hospital universitario de Jerez y, otro propinó varios golpes contra la mampara de metacrilato anticovid en su intento de agredir a una médica del Servicio de Urgencias del lugar donde hoy condenan estos hechos.
No han alzado la voz, pero sí carteles repletos de consignas como “Nada justifica una agresión” o “No más agresiones por una sanidad digna”. Los sindicatos CCOO, CSIF, Satse y Sindicato médico de Cádiz han denunciado que “se está convirtiendo en una rutina intolerable”.
Por ello, entre banderas, han vuelto a pedir, una vez más, que se extremen las medidas a disposición de los profesionales. “Que haya seguridad permanente en todos los centros abiertos, y en los servicios de urgencias, más”, dicen desde CSIF que apelan a la población para que comprendan que los sanitarios solo tratan de dar su mejor versión “para cuidar”.
Una de esas personas que están al pie del cañón es Rosa, coordinadora de enfermería en este centro de salud. Desgraciadamente ella forma parte del 80% de enfermeros y enfermeras que han sufrido una agresión física o verbal. “Me han llamado de todo, me han amenazado de muerte y a mi familia en más de una ocasión”, sostiene la profesional, que la menta que tengan que lidiar con este tipo de situaciones “día sí y día también”.
Rosa ha querido sumarse a la protesta silenciosa porque “muchas veces nos sentimos impotentes ante el usuario que viene violento”. Vive “muy mal” que cuando está haciendo su trabajo “de repente venga alguien y se ponga muy agresivo, se te pone mal cuerpo”.
La enfermera comparte sus sensaciones con lavozdelsur.es frente a la puerta del centro un día en el que reclaman “que haya personal de seguridad, pero no solo de 8.00 a 13.00 horas, estamos luchando para que esté todo el día porque, cuando los usuarios ven a esa persona, se controlan bastante”.
Desde el Sindicato Médico de Cádiz aseguran que ya han pedido a la administración la incorporación de vigilantes durante las 24 horas. En este sentido Francisco Villar, de Satse, reivindica “el apoyo de la empresa en el sentido de la seguridad” y destaca la importancia de concienciar a la población de que “estamos para ayudar y servir, no para aguantar que haya agresiones cuando estén descontentos”. A su vez, ha recordado que ya se han registrado cinco casos como este desde que empezó el verano.
A unos metros de él, Mari Ángeles reconoce que ha sufrido “bastantes” agresiones verbales desde que empezó en este centro de salud hace ya 26 años. La enfermera habla de “intimidación emocional” y “no es que me den un golpe en la mesa, que lo hacen, sino el increparme”. Ella percibe que existe “falta de consideración y empatía” entre algunos usuarios y lamenta escuchar comentarios como “me estás tratando así porque soy de otro país”.
Además, la jerezana ha notado que en los últimos años se ha incrementado el número de casos. “Ahora hay más, sobre todo desde el covid la agresividad es enorme”, comenta la enfermera que desea “respeto hacia la institución y los profesionales”.
Otros enfermeros también han mostrado su malestar con estos hechos que “se están convirtiendo casi en un diario”. José María Lobatón, con los ojos entornados por el sol, eleva su pancarta. “No queremos el salto de los aplausos a los puñetazos, hay una línea media y una roja, la media es donde debemos mantenernos todos los ciudadanos”, manifiesta.
A su lado, su compañero Diego Pérez añade que “los gobiernos deberían de hacer campaña de concienciación”. Para él, “los profesionales de la salud son los últimos implicados en las gestiones y en la falta de personal y al final están pagando justos por pecadores”.
Protestas y peticiones que Isabel Paredes, delegada territorial de salud en Cádiz, ha escuchado con atención antes de transmitir su apoyo a los sanitarios. En cuanto a la última agresión vivida en el centro, ha señalado que el Área activó de forma inmediata su plan contra las agresiones, poniendo a disposición de la profesional afectada todos los recursos necesarios.
Ella ha podido hablar con la profesional afectada. “No entiende qué pasó, estaba despidiendo al paciente y en un momento de despiste, ocurrió. Me dijo: a veces tengo que pedirle al seguridad que entre pero en este caso yo no tenía ningún tipo de temor ni de duda”, comenta Paredes, que alude a los ataques que también sufren en el albergue municipal de Jerez.
“En todos los ámbitos tenemos episodios de estas características, tenemos que detener esta violencia”, dice recordando que la agresión a profesionales está tipificada en el Código penal “como un delito ya sea por intimidación o agresión física y puede llevarles a penas de cárcel de uno a tres años”. Todas las voces se unen con la esperanza que “que no se repita más”.