El padre del futbolista Lamine Yamal, Mounir Nasraoui, se recupera de las puñaladas recibidas en la noche del pasado miércoles, tras ingresar en estado grave en un hospital de Barcelona, aunque sin su vida corriera peligro en ningún momento. Si bien, él lo vivió de otro modo: "Tuve miedo, me veía entre la vida y la muerte, miedo como cualquier ser humano", señalaba en una entrevista por teléfono con el programa El Chiringuito.
El padre de Yamal fue apuñalado en un parking de Mataró tras una discusión con unos vecinos de su localidad. Por el momento, hay cuatro personas detenidas que son investigadas por intento de homicidio o colaboración para ello.
"Hay que estar más tranquilos, por el bien de todos, por el mío y el de mi familia. Tengo que estar más tranquilo porque no me queda otra, hay que pensar que la justicia hará su trabajo y lo va a hacer seguramente, es lo más importante. Gracias a Dios, que es muy grande, todo tiene solución", señalaba a El Chiringuito, en declaraciones recogidas por Marca.
Por el momento, seguirá en el hospital, aunque se encuentra un poco mejor y ya ha pasado a planta. Sobre su alta definitiva, apenas pudo avanzar que "ojalá lo más pronto posible, estoy agradecido de volver a hablar".
El mero hecho de que Nasraoui fuera trasladado a Barcelona en lugar de al Hospital de Mataró dejaba entrever desde la misma noche de los hechos que su situación llegó a ser delicada, aunque la rápida actuación de los sanitarios impidió que su estado se agravase más.
En Instagram, ya ha publicado mensajes para tranquilizar a su entorno: "Volveré más fuerte que nunca, mi gente".
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