Económica, laboral, psicológica, física, sexual, vicaria. Son muchos los tipos de violencias de género que sufren las mujeres y en entornos muy distintos, como el familiar, el profesional o simplemente de ocio. Muchos acaban con un final indeseado. Según el Portal Estadístico de la Delegación del Gobierno, 1.286 mujeres han sido asesinadas en España en los últimos veinte años. Un dato que marca este 25N, jornada de reivindicación y de lucha. Algunos casos son denunciados, otros silenciados y otros, guardados en el fuero interno de las víctimas.
Es el caso de una gaditana de 47 años que se ha llevado gran parte de su vida ocultando que sufrió abusos sexuales por parte de un ser querido. "Mi abuelo abusó de mí a una edad muy temprana, lo recuerdo constantemente. Me llevaba a un cuarto y me mandaba a callar porque estaba mi abuela en casa", expresa.
La mujer asegura que no fue hasta que murió su abuelo cuando tomó consciencia de estos hechos. "Tenía 19 años y me quedé sorprendida porque no sentí pena ni me dieron ganas de llorar. Me preguntaba por qué no lloraba. En un momento dado vi como diapositivas en mi mente en las que salía yo de pequeña y él encima mía, rozándose conmigo, rozando su miembro conmigo y haciéndome 'shhhhh'. Me quedé paralizada, fue muy impactante", comenta a lavozdelsur.es.
"No lo verbalicé nunca hasta hace un año"
Explica que, en ese momento, no lo compartió con nadie, ya que su abuelo acababa de fallecer y su familia le consideraba una "persona admirable". "Me lo guardé para mí, lo oculté, no lo verbalicé nunca hasta hace un año se lo conté a una amiga y a la psiquiatra, porque padezco un trastorno depresivo. No tengo pensamiento de contarlo a mi familia, me da miedo que no me crean", sostiene esta gaditana, que asegura que "con la confianza que yo tenía con él, le hubiera plantado cara".
Según su testimonio, considera que muchos de sus comportamientos están asociados a esta vivencia. "Odio estar en silencio, estar sola y de niña tenía pesadillas que se repetían. Siempre tengo la tele encendida. La primera vez que me masturbé fue con 38 años y yo creo que está relacionado", expresa.
Elena es otra gaditana de 39 años que ha sido víctima de violencia machista. En su caso, fue en el entorno laboral, como esteticista y especialista en masajes de spa y tratamientos. "Una vez vi en mi hoja de trabajo, masaje de riesgo, lo tenía que dar sola y ese hombre me tocó, por suerte no me violó porque me pude salir de la sala forcejando. Ya me había pasado algo parecido", dice.
"Nos encontrábamos a clientes desnudos en la camilla"
"Algunos clientes se negaban a ponerse el bañador y nos lo encontrábamos desnudos en la camilla", añade. La gaditana lamenta que estos casos son comunes en el sector laboral del que se vio obligada a salir. "Conozco a compañeras que lo han sufrido y habrá casos más graves que no se atrevan a contarlo. Las empresas no te facilitan los nombres de los clientes para que puedas denunciar. Volví a intentar trabajar en otra empresa, pero ya no podía, tenía una ansiedad terrible. He tenido que cambiar de profesión por culpa de que un hombre que quiso lo que yo no quería darle", expresa.
El último testimonio procede de una chica, menor de edad, de Jerez, que asegura que abusaron de ella en el tren. "No quiero dar detalles porque estoy muy afectada. Abusaron de mí antes de entrar en el centro de menores donde estoy", añade la joven, que ha tenido varios intentos de suicidio.
Como versa el manifiesto leído durante la concentración celebrada este lunes en Jerez, "ya está bien de que en este mundo las mujeres sigamos siendo seres inferiores, discriminadas, abusadas, asesinadas".
¿Cómo pedir ayuda?
Si crees que puedes ser víctima de violencia machista o conoces a alguna mujer o menor que puede estar sufriéndola, por favor, llama al 016. WhatsApp: 600 000 016. Correo electrónico: 016-online@igualdad.gob.es o visita Ministerio de Igualdad. Las personas con discapacidad auditiva y/o habla pueden llamar al 900 116 016.
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