La Agencia Tributaria ha abierto una nueva investigación a Juan Carlos I para conocer de dónde procedía el dinero con el que costeó los gastos derivados de las cacerías en las que participó entre 2014 y 2018, justo después de abdicar y antes de abandonar España.
En esta ocasión, el proceso ha sido abierto formalmente, lo que significa que el emérito no podrá acogerse a una regularización voluntaria de los fondos para sortear a la justicia. Según ha confirmado El Mundo, estos gastos que están siendo investigados no tienen relación alguna con los que ya se analizaron y regularizaron anteriormente.
Además de los gastos en cacerías, también se exige una justificación sobre una serie de regalos que el exmonarca recibió y que aumentaron su patrimonio. Queda pendiente determinar a qué cantidad ascienden estos obsequios, pues la defraudación a la Hacienda Pública está fijada en los 120.000 euros.
El pasado mes de marzo, la fiscalía archivó la triple causa que tenía pendiente contra Juan Carlos I alegando que se habían aceptado las regularizaciones (en torno a 5 millones de euros) y que las causas ya habían prescrito. La apertura de esta causa se suma a la que aún tiene pendiente con la justicia británica tras ser denunciado por acoso por su examante, Corinna Larsen.