Los buzos de la Armada, tras una intensa búsqueda, han localizado el cadáver de un niño de 10 años que fue arrollado en la tarde del sábado, junto a su padre, por la corriente del río Miño.
El cuerpo del menor ha aparecido a unos 350 metros del lugar donde fue engullido por el agua. Al parecer, al niño se le cayó una zapatilla y entró al agua para intentar recuperarla. La corriente lo arrastró y su padre se tiró rápidamente para tratar, sin suerte, de rescatarlo.
Los servicios de emergencia lograron localizar al padre, pero cuando fue trasladado a tierra nada pudieron hacer por salvar su vida. La búsqueda de su hijo ha concluido en la tarde de este domingo.