Este martes 13 de febrero se ha celebrado el Día Mundial de la Radio y se han cumplido cien años de emisiones radiofónicas en España. Guillermo Marconi, en esa pregunta que estuvo presente en muchos exámenes del pasado, fue –con permiso de Nikola Tesla– el inventor de la radio al presentar la primera patente en 1904. Una invención que le llevó a ganar el Premio Nobel de Física por su aportación a la telegrafía sin hilos.
En España, una pieza clave en la llegada de lo que por entonces se consideraba un enorme avance tecnológico fue Antonio Castilla López, un jerezano pionero en la radiodifusión que quizás no haya sido reconocido en los libros ni en la historia de este medio como se merece.
El Marconi de Jerez nació el 12 de enero de 1886 en el número 7 de la calle Polo. Bautizado en San Miguel, estudió en el Instituto Provincial de la ciudad, donde mostró sus grandes inquietudes. A la Estación Telegráfica de Cádiz se incorporó con 18 años y a principios del siglo pasado, entre los años 1904 y 1908, realizó una serie de experimentos junto al telegrafista Matías Balsera.
De Cádiz fue destinado a Madrid y posteriormente a Barcelona. En el año 1910 se casó con Mercedes Rovira y Roig, con quien tuvo a su hija Rosario Castilla Rovira, que vivió en Jerez y contrajo matrimonio con Manuel Esteve, quien fuera director del Museo y de la Biblioteca de Jerez.
En las diferentes bibliografías sobre la figura de Antonio Castilla se detalla que registró más de 20 nuevas patentes. En 1917 puso en marcha la Compañía Ibérica de Telecomunicación, dando vida a los primeros equipos transmisores y receptores fabricados en España. En 1922, su fábrica pone a la venta los primeros micrófonos y un año más tarde salen al mercado los receptores Iberia, que se hicieron muy famosos en aquella época.
Hace justamente un siglo, Castilla fue nombrado presidente de honor de la Asociación Radio Española y años más tarde llegó a gestionar su propia emisora, Radio Castilla. Antes, junto a Balsera, fue el fundador de la primera emisora en nuestro país, Radio Ibérica 1. En Jerez, su nombre es recordado en una calle y en una placa conmemorativa que reconoce la aportación que hizo este ilustre jerezano a la radiodifusión española.
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