Un hombre ha demandado a un hospital y ha solicitado una indemnización millonaria tras sufrir, por error, la amputación del pene. Según le comentó el urólogo encargado de la intervención, sufría un tumor y corría riesgo de morir si no era operado de inmediato.
El médico explicó al paciente que su vida dependía de esta amputación. Los hechos tuvieron lugar en el hospital italiano de San Donato.
Los resultados de los exámenes histológicos posteriores a la operación, como ha contado el abogado del paciente, reflejaron que no había patología tumoral. Lo que padecía realmente el enfermo era sífilis, una infección que fue tratada con medicamentos.
Las consecuencias de la operación han cambiado por completo la vida de la víctima de esta supuesta negligencia médica: durante meses tuvo que llevar catéter, no puede orinar de pie y tampoco puede mantener relaciones sexuales.
El 9 de marzo, este hombre de 69 años se las verá en los tribunales con el médico que le extirpó el pene.
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