Se acerca la Navidad y, con ella, las reuniones de amigos, familiares y compañeros de trabajo que se juntan para comer y beber juntos. La pandemia frustró la posibilidad de celebrar estas reuniones durante los últimos años y parece que en 2022 se ha retomado con ganas esta "nueva normalidad". Ni la hiperinflación y un contexto generalizado en el que se respira la crisis económica pueden con estas ganas de celebración.
Así lo explica Jesús Grimaldi, uno de los dueños del Restaurante Hermanos Grimaldi de Jerez, que se muestra sorprendido porque "no paran de llamarnos. Aún es muy pronto, pero ya nos ha preguntado mucha gente por la disponibilidad y lo que vamos a ofrecer".
En su restaurante pensaban comenzar a publicitar sus menús navideños algo más adelante, pero se han visto sorprendidos por el aluvión de solicitudes. "Nos han llamado tantas personas que comenzamos este jueves a mover nuestras ofertas", reconoce el hostelero jerezano, quien a su vez se alegra porque "todos lo hemos pasado mal durante la pandemia, pero especialmente los hosteleros hemos sufrido muchísimo con tanta apertura y cierre, de modo que este repunte se agradece".
Si se les pregunta el por qué de esta celeridad para buscar reservas reconocen que "no lo tenemos muy claro", pero creen que "tendrá que ver con el fin de las restricciones. La gente está con ganas de celebrar, de salir. El año pasado las navidades pintaban bien y al final se quedaron a medio gas pero en esta ocasión tiene pinta de que nada las va a frenar".
Este año, Hermanos Grimaldi mantendrá su trabajo cercano a la comida tradicional pero con un toque moderno ofreciendo tres menús diferentes, un primero a base de raciones al centro de la mesa, otro a base de raciones y postres individuales y un tercero con platos y postres individuales.
La crisis generalizada no es ajena a estos establecimientos, por lo que sus promotores han tenido que ingeniárselas para mantener la calidad y el sello de sus platos a la vez que aguantan el tirón sin elevar los precios. "Estamos haciendo malabares para seguir utilizando los productos de primera calidad con los que siempre hemos trabajado pero lo importante es que el cliente no pague por lo que está pasando", insiste.
En una línea similar se mueven los dueños de La Bodeguilla del Bar Jamón en El Puerto de Santa María, donde están "encantados" con la cantidad de llamadas y reservas que están recibiendo. "Por lo general son grupos grandes", cuentan. Para ellos, el tan ansiado descenso de la incidencia del covid-19 ha motivado a los ciudadanos a movilizarse, retomar viejas costumbres y tratar de celebrar una navidad "como las de antes".
Ahora bien, si el maldito virus ya no es el principal problema, ahora lo son la guerra de Ucrania y el aumento de los costes. "Es una situación que nos afecta a todos pero estamos intentando hacer las cosas de la mejor manera posible para estar bien preparados, de hecho nuestros precios apenas han subido 2 euros con respecto al año pasado", afirman. Ellos han preparado tres menús diferentes basados en platos clásicos provistos de entrantes, platos individuales y postre que oscilarán entre los 39 y los 43 euros que se adaptarán a las peticiones de los clientes.
Estas navidades no serán especiales solo por ser las primeras en las que la pandemia ya es "historia", sino también porque se da la casualidad de que la mayoría de las festividades coincidirán con fines de semana. Es por ello que los hosteleros desean recordar a quienes estén pensando en reservar para ir a comer en grupo que "no lo dejen para última hora porque si ya de por sí los sitios se llenan enseguida este año más aún".
Ganas de disfrutar tras la pandemia
Desde luego, parece que las personas han aprendido la lección de años anteriores. Al menos así lo ven en el restaurante El Molino, situado en el centro de Jerez y dirigido por Manuel Moreno, quien señala que "desde hace unos años se está adelantando la fecha de inicio de las reservas. La gente aprende la lección cuando se queda sin sitio y trata de que no le vuelva a ocurrir, Hay tanta demanda que están espabilando y cada vez llaman con más antelación".
Aunque el hostelero jerezano considera que el "momento fuerte de reservas" comienza en torno al 1 de diciembre, se muestra ilusionado tras la primera toma de contacto con el público. "De momento la mayoría vienen a preguntar, pero están muy interesados y ya hemos cerrado algunas reservas. Visto lo visto la cosa se va a mantener, así que las espectativas son muy positivas", comenta.
Además, Manuel también quiere insistir en el "caldo de cultivo perfecto" de este año, ya sin restricciones y con todo el mundo deseando salir y disfrutar con los suyos. "Hay que ser claros, aquí todos queremos darnos un homenaje que ya nos toca. Teníamos muchas ganas guardadas y es normal que nos lancemos a la calle de esta manera", reconoce.
Al igual que sus compañeros de la hostelería, en El Molino han tenido que ingeniárselas para mantener su servicio sin que el cliente experimente una subida excesiva en su cuenta. "Nosotros nos lo planteamos desde dos vertientes: por un lado, queremos seguir ofreciendo al cliente habitual la comida tradicional que hemos hecho siempre pero sin subirle tanto los precios y por otro, fidelizar nuevos clientes para que no vengan solo en Navidad", dice.
De esta forma han elaborado un total de 5 menús cuyos precios oscilan entre los 30 y los 40 euros. Para llevarlos a cabo, han tenido que darle muchas vueltas a la cabeza y buscar alternativas. "El marisco, por ejemplo, ha subido muchísimo, de modo que hemos tenido que hemos tenido que reducirlo pero a cambio hemos reorganizado para que siga mereciendo la pena pagar nuestros precios", señala incidiendo, además, en que "somos de los que trabajamos más barato".
Manuel Moreno tiene claro que "los bolsillos no están para gastar tanto pero queremos salir y disfrutar. La solución está en adaptarse, recortar pero seguir ofreciendo calidad a precios económicos. Hemos trabajado duro para ofrecer la mejor relación calidad-precio", concluye no sin antes volver a remarcar que tiene muchas ganas de que lleguen las navidades porque va a ser una época brutal para el negocio.