Un equipo encabezado por el arqueólogo Alejandro Jiménez prevé comenzar en septiembre un estudio geofísico en los anfiteatros de las antiguas ciudades romanas de Itálica (Santiponce) y Astigi (Écija) y también en los circos de tales enclaves, pues esta investigación recientemente autorizada por la Comisión Provincial de Patrimonio Histórico de Sevilla parte de la premisa de que Itálica habría contado con un circo y entre sus objetivos, figura la localización de los restos de dicha infraestructura pública.
Así lo ha explicado a Europa Press el propio Alejandro Jiménez, quien en abril de 2019, en el marco del III Curso del Foro Permanente 'Itálica, en-clave de Patrimonio Mundial', protagonizaba una conferencia sobre el anfiteatro de dicha antigua ciudad romana, cuyas ruinas descansan en Santiponce y que aspira a la declaración de Patrimonio Mundial como exponente de la arquitectura y el urbanismo en la etapa del emperador Adriano, con raíces familiares en dicha población.
Aquella conferencia se titulaba El espectáculo de la arquitectura en el novedoso diseño del anfiteatro de Itálica y, obviamente, giraba en torno a dicho enclave del conjunto arqueológico italicense, que habría contado con capacidad para albergar a unos 30.000 o 35.000 espectadores y que habría sido "no sólo es el más grande de la Península Ibérica", sino "el mayor" edificio de este tipo levantado fuera de la Península Itálica", según sus palabras.
A tal efecto, Alejandro Jiménez explicaba que conforme a las "formas básicas" en las que fueron diseñados los primeros anfiteatros romanos, median recintos de este tipo "con forma rectangular", con forma de "óvalo en la mayor parte" de los casos, con "estructuras más simples" a modo de circunferencia y además "esquemas más complejos como el del Coliseo" de la propia Roma, construido a partir de la segunda mitad del primer siglo de la era actual y "summum de la ingeniería romana".
Al margen de tales arquetipos de anfiteatro, según este arqueólogo y doctor en Historia del Arte, la Bética romana atesoró "una forma particular" de anfiteatros con una planta diseñada conforme a "un triángulo pitagórico entre sus focos". Tal es, según precisaba, "el esquema generador" del diseño del anfiteatro de Itálica, levantado durante el segundo siglo de la era actual, así como también del anfiteatro de Écija y "posiblemente también" del recinto similar de la antigua Córdoba romana o Corduba, extremo este último que no obstante "necesita más estudios".
Dado el caso, Alejandro Jiménez manifestaba que los anfiteatros romanos de Itálica, de la antigua Astigi romana y de la antigua Corduba conformarían "un grupo familiar" de anfiteatros "prácticamente exclusivos en todo el Imperio" romano. "Tenemos indicios más que sobrados para pensar que es así", enfatizaba reclamando recursos para acometer "la necesidad urgente de estudiar" mejor estos anfiteatros para avanzar en dicha hipótesis.
"No sólo sería que el anfiteatro de Itálica fuese un edificio excepcional, sino que tendríamos un grupo de tres anfiteatros también de un carácter prácticamente extraordinario", defendía Alejandro Jiménez, recordando que a partir de la construcción del Coliseo de Roma en el siglo I de la era actual, para las ciudades del Imperio contar con un recinto de tal tipo constituía "un elemento de prestigio y un síntoma de riqueza".
En este marco, la Comisión Provincial de Patrimonio Histórico de Sevilla, adscrita a la Consejería de Cultura, ahora integrada en un único departamento autonómico junto con Turismo y Deporte, ha emitido recientemente un informe favorable respecto a un "estudio geofísico en los anfiteatros y circos romanos de Écija e Itálica", propuesto por Alejandro Jiménez.
Este arqueólogo ha explicado que el objetivo de este proyecto de investigación es profundizar en dicha hipótesis del "grupo familiar" de anfiteatros de la Bética, "desarrollada desde 2008", y que los primeros trabajos comenzarán "en septiembre" gracias a la financiación finalmente cosechada para esta iniciativa.
Ahondando en este proyecto de investigación, Alejandro Jiménez ha detallado además que si bien los vestigios del circo de la antigua Astigi romana "están identificados", es necesario cosechar "más datos" para conocer más detalles sobre dicha construcción; mientras de su anfiteatro sobreviven "muy pocos restos visibles".
En el caso de Itálica, el estudio geofísico planteado está destinado a conocer mejor la cimentación de su espectacular anfiteatro, así como a "intentar localizar" los vestigios arquitectónicos de su circo, pues según razona, "no resulta concebible que se hubiese diseñado una ciudad nueva como Itálica", caracterizada por edificios públicos de tanta envergadura como su anfiteatro o su 'Traianeum', "sin un circo".
"Además, pensamos que sería un circo grande", ha aventurado Alejandro Jiménez, quien ha reforzado este planteamiento exponiendo que la antigua Astigi romana contaba con un circo y "es posible" que los gobernantes de dicho enclave "copiasen" en buena medida el "diseño" urbanístico y monumental de Itálica, cuya arquitectura habría sido un referente en su área de influencia, según ha argumentado.
Es más, Alejandro Jiménez ha precisado que respecto a la posible ubicación del circo con el que habría contado Itálica pesan "dos propuestas" diferentes.
En concreto, ha detallado que la investigadora de la Universidad Autónoma de Madrid Alicia M. Canto apunta a la posible localización de dicho recinto "en la base" de la actual trama urbana de Santiponce más cercana al río Guadalquivir; mientras Rafael Hidalgo, del Departamento de Geografía, Historia y Filosofía de la Universidad Pablo de Olavide (UPO) apuesta por una ubicación también próxima al cauce fluvial, pero "entre el teatro y el anfiteatro".
Indicando que la idea de su equipo es profundizar en la propuesta de localización de Rafael Hidalgo, el arqueólogo Alejandro Jiménez ha insistido en que la previsión es comenzar los trabajos ya en septiembre, a la búsqueda de resultados.
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