Hazle frente a la vuelta al cole desde un hotel en la playa; no vayas de compras a Nueva York, vive como un neoyorquino más durante una buena temporada; trabaja virtualmente en la gran ciudad con los precios de una ciudad de provincias cómoda y accesible, y a pocos kilómetros de la costa y la montaña… El mundo que conocíamos, ya saben, ha sufrido un giro inesperado merced a la pandemia de covid, capaz de sembrar la desolación, pero también de abrir una ventana a nuevas oportunidades o cambios en los modos de vida.
La irrupción del teletrabajo, por ejemplo, se ha convertido para muchos en una oportunidad. Hoteles que se han quedado sin turistas proponen ahora una oferta mensual de habitación con desayuno y almuerzo. Largas estancias para aprovechar eso que llaman la magia del workation, una combinación que mezcla work (trabajo) con vacation (vacaciones) y que es una tendencia al alza en todo el mundo a raíz de la irrupción de la pandemia. Ciudades como Barcelona o provincias como Cádiz ya buscan captar a esos llamados nómadas digitales. La pasada semana, en el Debate sobre el Estado de la Ciudad, la alcaldesa de Jerez, Mamen Sánchez, anunció que va a poner en marcha una campaña de captación para el municipio de esos perfiles.
Después de recordar que hay 147 nuevas viviendas en marcha en el centro histórico de la ciudad —sobre todo, en zonas como Corredera, Arroyo, Belén o Esteve—, la regidora socialista ha anunciado que “nos estamos reuniendo con los promotores e inversores de esas viviendas para captar a personas de fuera que puedan establecer su vivienda en Jerez, bien porque puedan teletrabajar, bien porque puedan pasar su jubilación, o pasar temporadas”.
“La suma de esfuerzos de lo público y lo privado está dando buenos resultados y vamos de la mano en el objetivo de recuperar la vida en el centro y que sea un lugar agradable y apetecible para vivir, disfrutar y trabajar”, añadió Sánchez en su alocución, que busca nuevos vecinos para el corazón de la ciudad por la vía del workation, algo que ya se está experimentando en zonas costeras de la provincia como Roche (Conil) o Atlanterra (Zahara de los Atunes), pero evidentemente a unos precios infinitamente más caros por metro cuadrado que los de Jerez.
El Ayuntamiento de Jerez, en este contexto, quiere anticiparse a otros municipios de la provincia, aprovechando su posición geoestratégica, las infraestructuras y conexiones de transporte, y el precio más o menos controlado del metro cuadrado de vivienda. Además, se visualiza como una gran oportunidad para atraer vida al centro, especialmente al intramuros de la ciudad. Bajo la denominación “campaña promocional de captación de nuevos residentes e inversores ofreciendo Jerez como la ciudad ideal para el teletrabajo, el ocio y el bienestar”, el gobierno local, como avanzó Sánchez, está convencido de que la ciudad “mantiene su atractivo inversor”, y ponen como ejemplo que en un año de pandemia se impulsaran solo en el centro más de 130 iniciativas económicas, fundamentalmente privadas.