Paliza grupal a un chico con discapacidad en Estancia Barrera: "A mi hijo le han hecho una salvajada"

El joven de 19 años iba camino a casa de su tía con sus cascos en la tarde del pasado lunes en esta zona de Jerez. Este sábado, tras ser intervenido de urgencia en Cádiz, duerme con drenaje en un ojo casi sin visión. La Policía investiga otra brutal e inexplicable agresión

Andrés Jesús, víctima de una paliza grupal en Estancia Barrera, ingresado tras ser operado de urgencia en el Puerta del Mar de Cádiz, en una foto cedida por su familia a lavozdelsur.es

Raquel, una vecina del Distrito Sur de Jerez, se encuentra en el Hospital Puerta del Mar de Cádiz, donde llegó junto a su hijo, Andrés Jesús Reganzón, de 19 años y con discapacidad intelectual, el pasado jueves. Los últimos seis días se han convertido en una inexplicable pesadilla para esta familia de Jerez. Andrés Jesús salió de casa después de comer el pasado lunes, iba a casa de su hermana, pero pasaba antes por el domicilio de su tía a recoger a un primo.

El camino habitual. Subida por la cuesta de San Telmo y cruzar por la calle Obispo Cirarda, junto a la Estancia Barrera. Iba como siempre, con sus cascos, cantando, cuando de repente le abordó un grupo “de unos cuatro jóvenes” —creen que no menos de cuatro— y comenzaron, "en coro", a insultarle y agredirle. A su familia, indirectamente, le han llegado a reconocer que se les fue de las manos. Serían las cuatro y algo de la tarde.

“Deja de cantar y de hacer ruido, y acto seguido le sacan una navaja”, reza la denuncia, a la que ha tenido acceso lavozdelsur.es. Con un pincho en la boca del estómago empezó lo que acabaría en una brutal paliza que tiene a Andrés Jesús, tras una primera intervención maxilofacial de urgencia, ingiriendo comida triturada, sin visión en un ojo, con un drenaje ocular por la fuerte infección que sufre, con la corona de la mandíbula reventada y “con pesadillas”.

Su madre tiene la voz desgarrada, no puede parar de llorar. No es para menos ante la salvaje e incomprensible agresión. El Hospital de Jerez, que le atendió el mismo lunes, pero que al parecer en un principio trató el asunto como una contusión en el ojo, dio parte de oficio al Juzgado. La Policía ya se ha hecho cargo de la investigación y trata de identificar a los autores, uno de los cuales no sería presuntamente un adolescente, sino un chico de 32 años, según testigos. En todo caso, “los dejaron marchar, alguien gritó qué viene la Policía, qué viene la Policía… y por eso pararon, pero si no, lo matan”.

Como remata, “dijeron a mi hijo que ni se le ocurriera decir dónde había sido y describir quiénes eran, que dijera que habían sido dos moros en Madre de Dios. Al principio, por miedo, es lo que dijo, pero sabemos quiénes son y me voy a volver loca, me voy a buscar una ruina”. Raquel siente rabia y desesperación. Y no es para menos al ver a su hijo postrado y con pesadillas por tanta violencia gratuita. “Cuando fui a denunciar y el Policía vio al niño nos dijeron que le hicieran un TAC en el Hospital. Volvimos, porque la primera vez, y después de muchas horas, solo le hicieron una radiografía, pero la realidad es que mi hijo tenía por dentro toda la cara partida. Entonces lo mandaron para Cádiz”, narra la madre, que pide justicia para lo que le han hecho a su hijo, “un niño muy cariñoso, que habla con todo el mundo, que no se mete en problemas”.

En cambio, Andrés Jesús, que portaba el banderín en la Agrupación Musical San Juan, familia de los Reganzón de la histórica banda jerezana, ahora tiene pesadillas y apenas duerme. No entiende lo que le ha sucedido. “Me dijo que perdió el conocimiento y que creía que no me vería más”, rompe su madre a llorar. “Mi niño tiene pesadillas aquí; no es normal lo que le han hecho. Está todo el tiempo pidiendo calmantes…, el sufrimiento que estamos pasando…, que me quería pagar las gafas, que se les fue de las manos, ha dicho a una tercera persona el sinvergüenza… La Policía Científica vino ayer al Hospital y los agentes se quedaron con la boca abierta de ver lo que le han hecho…”.

La de Andrés Jesús fue la segunda paliza en apenas un día en un radio de escasos kilómetros en Jerez. En la madrugada del domingo se produjo una agresión homófoba en la plaza Aladro, y poco más de 24 horas después, otra barbaridad sin justificación posible. "Voy a buscar a un abogado para hundir a los que le han hecho esta salvajada a mi hijo. No hay derecho", sostiene, reconociendo que "esto va a ir para largo, y veremos qué secuelas psicológicas le deja".

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