Durante la última quincena de agosto, aparecían por todo Chipiona unos grafitis con tazas pintados por las calles. El autor de los hechos, que veraneaba en el pueblo fue pillado por la Guardia Civil cuando se encontraba cometiendo el delito en la vía pública.
Según informa el diario Nius, el grafitero era un joven de 20 años de Madrid, que estaba de vacaciones, en menos de 48 horas, dejó su huella con más de 30 pintadas por el pueblo. El joven tuvo que pagar una multa de 600 euros por una infracción administrativa a la Ley de Seguridad Ciudadana.
Asimismo, tal y como ha aviado la Policía Local de Chipiona en una publicación en sus redes sociales. Además de la denuncia pertinente, como este caso, “el autor de las pintadas se ve obligado a limpiarlo y dejarlo como estaba antes de querer compartir su arte”.
Si no lo hace, tendrá que pagar los gastos pertinentes de la limpieza. Es por ello por lo que el padre del autor de los hechos, según informa el mismo periódico, pidió disculpas y prometió que sería su hijo quién limpiaría lo que había pintado.
Hace unos días el joven volvió desde Madrid para limpiar las tazas que había dibujado por todo el pueblo en paredes y farolas. Estuvo durante todo el día borrando las tacitas de colores que le había llevado tanto tiempo dibujar en verano.
“No se trata de criminalizar este arte urbano, únicamente elegir el lugar adecuado y nunca dañar o deslucir bienes públicos o privados con "pintadas" y evitarte dolores de cabeza innecesarios”, comentaba la Policía Local de Chipiona.