El Constitucional avala que las menores de 16 y 17 años puedan abortar sin permiso de los padres

El Tribunal Constitucional avala esta reforma legal aprobada en 2023 que desató la polémica en la ultraderecha al considerar que vulnera los principios de libertad, pluralidad y legalidad

Trabajadoras del Hospital Valme, del Área de Gestión Sanitaria Sur de Sevilla.

Las menores de 16 y 17 años podrán seguir abortando sin contar con la autorización de sus padres en España. El Tribunal Constitucional ha avalado este martes la reforma legal aprobada en 2023 que permite a las jóvenes tomar esta decisión.

Fuentes jurídicas consultadas por Europa Press han indicado que el Pleno de la corte de garantías ha aprobado el borrador de la sentencia, que defiende que la norma es constitucional. En enero de 2023 los diputados de Vox presentaron un recurso contra la Ley 1/2023, aprobada en el Congreso en febrero de aquel año, de salud sexual y reproductiva y de la interrupción voluntaria del embarazo, la última reforma de la ley del aborto. La mayoría progresista en el Constitucional ha votado en contra de este recurso, avalando la constitucionalidad de la Ley. Por su parte, los magistrados Concepción Espejel, Enrique Arnaldo, César Tolosa y Ricardo Enríquez, los cuatro del ala conservadora, han anunciado voto particular en contra de la decisión de la mayoría.

Este paso acaba con las disputas jurídicas sobre si las menores eran o no independientes para interrumpir el embarazo. En 2010, se reconoció este derecho, algo que suprimió 2015 el Gobierno de Rajoy al exigir de nuevo que los padres tuvieran que dar permiso a la menor.

En esta ley, además de incluirse el derecho al aborto a las menores, contemplaba también avances en asuntos como la salud menstrual; la distribución de métodos anticonceptivos en centros penitenciarios, de servicios sociales y durante las campañas de educación sexual en los institutos de secundaria, o la corresponsabilidad de los hombres en el uso de los anticonceptivos.

Aquella reforma, además, blindó el aborto frente a protocolos antiabortistas como el que propuso Vox en Castilla y León. El año pasado, el partido de Abascal defendía "una legislación sanitaria respetuosa con el derecho a la vida y a la integridad física y moral. Esto incluirá una Ley de Cuidados Paliativos que asegure el cuidado de las personas en las fases críticas y terminales de la vida, leyes de apoyo a la natalidad y la familia, así como la derogación de las leyes de eutanasia y del aborto".

Vox, de hecho, no solo pretendió imponer el consentimiento parental para el aborto en menores, sino que también ha defendido en varias ocasiones que se tome en consideración la postura del padre del feto. 

En este contexto, un diputado de Vox en el Congreso señaló este mes de mayo que se contenía "las arcadas" ante "esta práctica", y rechazó que se "usen eufemismos cada vez más elaborados como interrupción voluntaria del embarazo, o, últimamente, salud sexual y reproductiva".

Y fue más allá: "Si el aborto interrumpe el embarazo justo igual que el pitido final de un partido interrumpe el juego, el aborto resulta un medio para garantizar la salud reproductiva, del mismo modo que la guillotina lo es para acabar con la tos".

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