Por muy mezquino y abominable que parezca, hay quienes no respetan ni el dolor de una familia, ni una brutal tragedia para aprovechar para sembrar odio y división. En las últimas horas hay pantallazos que circulan por redes sociales y aplicaciones de mensajería instantánea asegurando que los dos jóvenes drogados, de 22 y 17 años, que embistieron a 180 kilómetros por hora y acabaron con la vida del agente de la Guardia Civil, Agustín Cárdenas, son de nacionalidad magrebí.
Como ha podido saber lavozdelsur.es, en cambio, ambos individuos, que dieron positivo en cocaína, son de nacionalidad española, "uno de ellos con filiación en Granada y el otro con diferentes domicilios, uno de ellos al parecer en Cádiz".
"Atropellado y muerto un guardia civil por dos tipos (de origen magrebí, hay que decirlo) que iban a 180 kilómetros/hora", reza el bulo que una vez más ha corrido como la pólvora y que no es más que una información falsa aprovechando incidentes como los de la crisis en la frontera de España en Ceuta, y los diferentes mensajes que la ultraderecha ha ido colocando en la discusión pública como consecuencia de la entrada de jóvenes y menores procedentes de Marruecos.
Agustín Cárdenas, guardia civil del Puesto de Jerez, de 52 años, que deja viuda, una hija y tres nietas en su pedanía de Cuartillos, moría este sábado de madrugada cuando se encontraba, según ha podido saber este medio, situando un control en el kilómetro 0 de la A-381, Jerez-Los Barrios. "Ni siquiera estaba el control puesto, pasando Lomopardo, porque se suele buscar zonas seguras y en ese momento no estaba ni habilitado", aseguran las citadas fuentes a este medio.
El agente, cuya viuda recibió el pasado sábado la medalla al mérito de la Guardia Civil de manos de María Gámez, directora general de la Benemérita, fue embestido por los ocupantes de un Renault Megane, que en su huida invadieron el sentido contrario y en la colisión con otro vehículo dejaron a tres heridos de diversa consideración.