Si por la tarde noche el presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno, ofreció una declaración institucional por la crisis del coronavirus, aplaudida hasta por sus críticos, diametralmente opuesta en cuanto a sentido de Estado que las declaraciones del líder de su partido, Pablo Casado —llegó a quejarse de que el Gobierno "se esté parapetando en la ciencia"—, su vicepresidente Juan Marín (Cs) incendió Twitter en horario vespertino. "La Semana Santa no se va a suspender porque tiene una fecha", dijo Marín, un comentario que rápidamente corrió como la pólvora por redes sociales.
"La Semana Santa no se puede suspender, es una fecha del calendario prevista para vacaciones, puede que haya una actividad más reducida en materia turística y comercial en función de cómo vaya la situación. Otro tema son las hermandades y cofradías y aquí es la autoridad eclesiástica la que la que autoriza la salida a la calle", subrayó Marín en una entrevista en Canal Sur. Más que la autoridad eclesiástica deberán ser las sanitarias las que insten al Gobierno a desautorizar este tipo de exposiciones masivas a la propagación del virus. "No se pueden matar moscas a cañonazos" y "la proporcionalidad de las decisiones es un criterio a tener en cuenta", insistió Marín.
"En el nivel 1 de contención —abundó—, que es el que tiene Andalucía con 102 casos, se han tomado decisiones de prevención. Con el nivel 1 reforzado, que es el de Madrid y País Vasco, se cierran colegios, museos e iglesias", ha detallado Marín, quien ha explicado que con el nivel 2 "nos ponemos en manos de emergencias sanitarias y con el nivel 3 el Gobierno central es el único con competencias para dictar instrucciones y prohibiciones". Por la tarde-noche, como se ha dicho, el presidente de la Junta ya anunciaba el cierre de centros educativos y espacios culturales en la comunidad.
En todo caso, afirmó que "si mañana hay que clausurar actos o cerrar colegios o que no salgan los pasos a la calle, habrá que hacerlo". "Por encima de todo está la vida de las personas, pero hay que hacerlo con criterio, con argumentos y no creando una alarma tan inmensa que podemos no tener el control de lo que pueda suceder", ha señalado.