La mejor defensa es un ataque. Una empresa creada a partir de una sociedad dedicada a la hostelería, con una administradora única en cuyo perfil de Facebook figura que trabajó en Carrefour, y que no tenía empleados ni aparente solvencia financiera, Barveal SL, con sede en Guadalcacín, ELA de Jerez, ha acabado dos meses antes de lo previsto en el contrato de emergencia del que se ha beneficiado los trabajos que le adjudicó de manera directa la Consejería de Fomento de la Junta en enero pasado.
Según una nota de prensa remitida este miércoles, la Junta saca pecho ante la polémica por esta supuesta empresa fantasma, cuyos contratos de emergencia se han ligado también a otro cursado por otro millón de euros con la empresa de Juan Veas Pérez, padre de la administradora de Barveal. Pero lo cierto y lo fijo es que la Consejería de Fomento, Articulación del Territorio y Vivienda destaca que Barveal ha culminado "con dos meses de antelación las obras de emergencia en la autovía que conecta Chipiona con Jerez, la A-480, pasando por Sanlúcar , en la provincia de Cádiz. Unas obras que han contado con un presupuesto cercano a los 2,9 millones de euros".
La Junta ha informado de que la delegada de la Junta de Andalucía en Cádiz, Mercedes Colombo, en compañía del director general de Infraestructuras, Enrique Catalina, y de la delegada territorial de esta Consejería, Carmen Sánchez, han visitado este miércoles el tramo de ocho kilómetros en el que se ha actuado.
Colombo ha subrayado "la celeridad y efectividad" de unos trabajos que, en un principio, iban a estar "antes del verano", pero que han conseguido finalizar "antes de Semana Santa", reduciendo los plazos a la mitad. En ese sentido, ha agradecido a la empresa adjudicataria, Barveal —que prácticamente ha debido subcontratar todos los trabajos con otras empresas con solvencia probada y medios suficientes, según se ha ido publicando—, que "haya devuelto con rapidez la vialidad de una autovía que es esencial para las comunicaciones de la provincia" y que había sufrido un imprevisto hundimiento de la calzada que suponía "un riesgo para la seguridad de los más de 17.000 conductores que circulan a diario por esta vía".
Como ya justificó la Junta, para argumentar la necesidad del contrato de emergencia, "las abundantes lluvias que se produjeron a finales de año, tras un prolongado periodo de sequía, dañaron gravemente la calzada derecha de la carretera entre los kilómetros 10 y 18". "Estos cambios meteorológicos provocaron una deformación de la carretera a modo de grietas por hundimiento del terreno que, de no actuar rápido, habría obligado a su cierre total, con los daños económicos que habría supuesto para la provincia, ha recordado la Junta".
Nada más detectar este hundimiento, han abundado, "se aplicaron de inmediato medidas como la reducción de velocidad y obras puntuales, pero sabiendo que era urgente acometer obras de mayor envergadura, se declaró la emergencia, se redactó un informe para su reparación a la que se invitaron a nueve empresas para que presentaran sus ofertas".
Los trabajos han consistido en la reparación integral de la calzada con la demolición del firme y la recomposición de la rasante, además de la colocación de una geomalla antirremonte de fisuras. Además, se ha repuesto la señalización horizontal en los ocho kilómetros.
Dada la envergadura de las obras, se procedió durante los dos meses que han durado los trabajos al cierre de la circulación de la calzada derecha, por lo que el tráfico de la autovía se ha desviado a la calzada izquierda y se ha reducido a un carril por sentido la circulación hasta ahora.