Los padres cada vez están más preocupados por la alimentación que sus hijos reciben en los comedores de los colegios, especialmente cuando la mayoría de ellos no disponen de cocina in situ y están gestionados por grandes empresas de catering que traen los menús ya elaborados listos para calentar y servir.
Ante esta situación, la Federación de Asociaciones de Madres y Padres de Alumnos de Jerez, Flampa, se ha puesto manos a la obra y ha iniciado una campaña para exigir a la Junta de Andalucía, responsable de la contratación del servicio de catering en los centros públicos, el cumplimiento de una serie de requisitos para dar mayor tranquilidad a los padres sobre los menús que se ofrecen en los comedores escolares.
Para ello, han impulsado la creación de la Plataforma por unos Comedores Dignos y Saludables que apuesta por un servicio de calidad y por unas condiciones que, a juicio de su presidenta, Verónica Guerrero, no se están cumpliendo. “No se cumplen los pliegos de prescripción técnica en los que se dice que se va a utilizar materia prima de primera calidad y que no habrá productos procesados, unas exigencias que no se están cumpliendo a día de hoy”, asegura la presidenta de la Flampa de Jerez.
Lamentan que “existe entre los padres mucho desconocimiento acerca de los entresijos que encierra todo el tema de los comedores escolares. Nosotros dejamos a los niños en los comedores sin saber realmente qué es lo que comen”.
Por tal motivo, desde la plataforma exigen a la Administración Autonómica que el servicio de comedor de los centros públicos no se externalice, “tenemos ahora esa costumbre de que todo se haga a través de grandes empresas externas que suministran la comida a los colegios dos veces en semana. No es que llegue malo, pero claro, la calidad es mucho menor”, asegura Verónica.
La portavoz de los padres recuerda que, el pasado mes de septiembre, el consejero de Educación, Javier Imbroda, anunció un proyecto piloto sobre la calidad en el camino, cuyo propósito es volver a tener cocinas propias en los colegios. “De este modo por lo menos la comida se elaboraría en los propios colegios a diario y quizá se emplearían más productos de temporada y de cercanía, que siempre repercute también en la propia ciudad por la compra de esos productos”, apunta la presidenta de Flampa Jerez.
Cinco meses después de ese anuncio no se ha vuelto saber nada de esta propuesta. “Está todo muy parado, al final no sabemos si sale o no adelante”, señala la portavoz de los padres. Por todo ello, desde la Flampa han decidido elaborar un documento con una serie de exigencias que, a su juicio, deberían cumplir los comedores escolares. En este sentido se exigen una mayor transparencia sobre los menús que sirven estas empresas ya que “en la entrada de los colegios te ponen el menú del mes y ya está, pero no nos preguntamos qué es lo que realmente comen nuestros hijos”.
En el documento se refleja la escasa información que, dicen, tienen los padres acerca de los menús suministrados por las empresas de catering. “No se especifica la procedencia ni las proporciones de cada producto. También hay muchas dificultades para que los padres puedan hacer una cata del menú porque te tienen que citar en un momento determinado, cuando la empresa dé su autorización, entonces pensamos que eso no es real”, apunta Verónica. A esto se suma que desconocen si la empresa ha estado sometida a alguna auditoría o a algún tipo de inspección así como los resultados de las mismas.
Todo ello también se pone en marcha con el objetivo de dar visibilidad al asunto ya que “muchos padres desconocen la situación en la que se encuentran los comedores de los colegios, las condiciones que se tienen que cumplir y que las empresas no cumplen y, sin embargo, la Junta no les da un tirón de orejas”.
Desde la Flampa también se quejan de que, a la hora de volver a sacar a concurso el servicio, finalmente, por las condiciones del pliego, son las grandes empresas las que tienen capacidad para optar a hacerse con la concesión. “El servicio para sale a licitación por lotes de unos 10 o 15 colegios, suponiendo un gran volumen económico al que solo pueden hacer frente las grandes empresas”, lamenta Verónica Guerrero. A la hora de ganar un concurso de licitación pública se tienen en cuenta varios puntos como la oferta de alimentación ecológica, sin embargo en la práctica, según denuncian desde la Flampa “el porcentaje que se cumple es mínimo, si acaso una zanahoria, un brócoli y un bollo de pan, y la empresa ha puntuado en el concurso público por ofrecer productos ecológicos”.
Este documento está siendo presentado a los diferentes grupos políticos que conforman el arco municipal de Jerez con el fin de que se lleve a Pleno y se exija a la Junta de Andalucía la puesta en marcha de las medidas recogidas por la Flampa.