El nuevo siglo ha traído consigo otros hábitos. La televisión ha cambiado, ahora es a la carta. Cada uno elige qué quiere ver y cuándo hacerlo. Numerosas plataformas han salido a la luz en los últimos años con gran entusiasmo entre los consumidores: Movistar Plus, HBO, Netflix, Amazon, Filmin... La oferta es variada; hay cine, deporte, series o conciertos. Si alguien tiene dinero, un enorme catálogo de productos de ficción estará a su disposición. Pero cada título y cada espectador necesita de un idioma para su visionado. Hoy nos detenemos en el mundo de la traducción y el subtitulado de películas y series; entrevistamos a Paola López, una jerezana profesional de este gremio tan especializado.
Paola estudió en Granada traducción al inglés. Pronto se especializó en traducción jurada (hablamos de aquellas copias literales de un documento original con validez legal y oficial, que deben estar firmada y sellada por un traductor jurado). Tras acabar su carrera, consiguió una beca para aprender en Estados Unidos y hacia allí marchó, concretamente hasta el pequeño pueblo de Bloomington, en el estado de Illinois, cerca de Chicago: "Estudié asignaturas de historia y política de Estados Unidos, que era lo que me interesaba. También di clase de español a algunos alumnos de allí, estableciendo conversaciones principalmente".
Al regresar, como otros jóvenes jerezanos migrantes, se instaló en Madrid, en los años más agudos de la crisis económica. Trabajó de todo lo que pudo hasta conseguir encargos de autónoma como traductora. Un tiempo después, comenzó su colaboración en la productora española Deluxe Spain, dedicada a la subtitulación de películas y series internacionales. Nota importante: Paola no suelta ni media palabra sobre sus clientes debido a las estrictas normas de confidencialidad que establecen.
"Tenemos unas fuertes cláusulas de confidencialidad durante el proceso de subtitulado. Todo el equipo que está en contacto con la película de un modo u otro tiene tiempos de trabajo muy reducidos. En algunos tramos de las cintas, los productores eliminan el audio, en otros se ve todo en negro o con grandes marcas de agua", explica Paola. Ese celo con la confidencialidad aumenta el margen de error, ya que los traductores no pueden ver y escuchar el montaje completo. Un ejemplo, el famoso "Sicansíos" de Juego de Tronos. Paola lo explica: "a veces hay errores de traducción que son imposibles de detectar porque el material viene tan protegido que no se divisa ni se entiende bien".
La secuencia de trabajo de Paola es la siguiente: "Recibimos una orden, es decir, un pedido de alguna productora. Automáticamente nos ponemos en contacto con traductores de los idiomas que nos piden y empezamos a trabajar las subtitulaciones, que no es lo mismo que una traducción. Principalmente trabajamos con el inglés, pero puede llegarte un pedido en cualquier idioma del mundo. A veces coordinamos hasta 6 o 7 traductores del mismo material en otros tantos idiomas".
Pero, ¿qué debe tener un buen subtitulado? "Debe tener en cuenta la velocidad de lectura y el número de caracteres que puede introducir por cada dos líneas de subtítulos, que dependiendo del cliente, puede tener 35 caracteres por línea, quizás 42. Al final tienes que condensar la información. Sintetizar. Hay que estar muy precisos. Te tiene que caber todo en el tempo y en los caracteres necesarios que demanda la película, ajustarse a una velocidad en la que la persona pueda leer el subtitulo", explica Paola. "Al final no deja de ser una interpretación; hay que localizar el contenido, tener en cuenta las referencias culturales o de contexto, compensarlo todo un poco para disfrutar el visionado. El subtitulo está pensado para que de tiempo de disfrutar la película y a la vez poder leerlo y entenderlo".
¿Doblaje o versión original subtitulada? He ahí el dilema que acompaña a muchos cinéfilos. "Personalmente prefiero la versión original subtitulada. Es más rica en matices. Ten en cuenta que el doblaje procede de la época de la dictadura de Franco, durante la cual se utilizaba para poder tapar o 'esconder' parte de la información de la película. Por ejemplo, en Cocodrilo Dundee tradujeron alguna escena con los diálogos 'alterados' porque había un incesto en la trama", ejemplifica, "de todos modos, creo que debería haber espacio para las dos cosas, los doblajes en nuestro país la verdad es que son muy buenos", reflexiona Paola. "Es una pena que aquí en Jerez no haya oferta de cine en versión original subtitulada".
Parece que el futuro de Paola va a seguir ligado a los subtítulos, al menos de momento: "Sigo trabajando con estas productoras y hago otras cosas, ¡soy autónoma! Me encargo de subtítulos, de corregir textos corrientes, del control de calidad, de todo un poco. La última fase antes de entregar el producto también la trabajamos. No puede escaparse ningún detalle, todo tiene que estar sincronizado y bien traducido".
"La traducción audiovisual es fascinante, de los mejores sectores. Es bonito y creativo. Aunque también es un sector muy competitivo. Con las nuevas plataformas hay más trabajo pero también más intermediarios, por lo que las condiciones laborales pueden resentirse. Es complicado iniciarse, pero una vez que entras es más sencillo. Yo ya he cumplido mi objetivo", concluye.