El Boletín Oficial de la Junta de Andalucía (BOJA) ha publicado este jueves un anuncio de la Dirección General de Memoria Democrática mediante el que se publican actuaciones específicas en materia de recuperación de la Memoria Histórica en diferentes municipios andaluces. En concreto, en la localidad onubense de El Campillo y en el llamado Parque Scout de Jerez. Tal y como se comprometió el director general de Memoria Democrática, Francisco Javier Giráldez, en la última reunión mantenida en la ciudad con los representantes de la plataforma jerezana por la Memoria Democrática y la asociación de familiares y amigos por la Recuperación de la Memoria Histórica en Jerez y su comarca, el comité técnico de coordinación ha propuesto la "indagación-localización, delimitación, exhumación, estudio antropológico e identificación genética, si procediera" en una de las zonas de la ciudad donde se cree que pueden reposar el mayor número de asesinados tras el Golpe.
Se trata de un paso enorme para el movimiento memorialista del municipio, uno de los que fue golpeado con mayor crudeza por el franquismo pero que, incomprensiblemente, aún no contaba con paso serios para tratar de identificar a las cientos de personas que fueron asesinadas. El último censo de la ciudad antes de la Guerra Civil, el del 31 de diciembre de 1935, arrojó una cifra de 80.711 jerezanos. La asociación Jerez Recuerda, en Las cifras de la represión en Jerez de la Frontera tras el golpe de Estado militar de 1936: una aproximación, cifró en su día en 381 los asesinados tras el golpe militar del 18 de julio de 1936, así como en 79 las personas que fueron cesadas o depuradas de sus responsabilidades públicas en el Ayuntamiento de Jerez.
Sin embargo, otras fuentes señalaban y señalan datos que oscilan entre las 800 y 1200 víctimas, como la Asociación por la Recuperación de la Memoria Histórica. Muchos de ellos fueron arrojados a fosas comunes en el entorno del antiguo cementerio de Santo Domingo, justo en la zona donde la Junta de Andalucía ha autorizado ahora que se intervenga para tratar de localizar los restos de cientos de jerezanos y jerezanas masacrados.
El movimiento memorialista de Jerez ha ido sumando logros con un trabajo intenso y sostenido a lo largo de los últimos tres años. Entre ellos, que la Diputación de Cádiz —con la abstención del PSOE— se comprometa a activar mecanismos que permitan la creación de un banco de ADN en la provincia de Cádiz con el objetivo de que aquellos familiares de víctimas que así lo deseen puedan lograr la identificación de los cadáveres, hallados o por hallar, en las más de 100 fosas distribuidas en distintos puntos de la provincia.
Igualmente, se ha logrado a nivel local que se coloque una placa conmemorativa, a la puerta del acceso al salón de plenos municipal, que recuerde a los concejales y trabajadores municipales asesinados en 1936-1939, y la creación de una Oficina Municipal de la Memoria Histórica y Democrática. Asimismo, ya ha sido registrada ante la Dirección General de Memoria Democrática la petición del Cortijo de Vicos, que fue un importante campo de concentración durante varios años, como lugar de la memoria histórica de Andalucía; o la derogación de honores y distinciones que en los años 40 al 70 del siglo pasado el Ayuntamiento de Jerez concedió a ciertos prebostes del franquismo (Fraga, Mora-Figueroa, Paz Varela, J.Ma Pemán, capitán Antonio Mínguez, etcétera) para premiar su adhesión y defensa del golpe militar de Franco en julio de 1936.