“Parece mentira que esto pase en 2020”, expresa el padre de una menor, que va a ingresar el próximo curso en quinto de Primaria, a la que la Junta de Andalucía derivó a un colegio concertado religioso por falta de plazas en la escuela pública. La sorpresa para esta familia llegó a mediados de la semana pasada, cuando tras formalizar la solicitud de escolarización en el CEIP Los Molinos de Vejer, fue informada de que sería reubicada al colegio religioso concertado Divino Salvador, en contra de su voluntad.
“La coherencia familia-escuela es algo básico”, expresa el padre de la menor, que desde el primer momento se puso en marcha para evitar que su hija entrara en el colegio asignado. Unos días después, tras múltiples negativas, se le ha comunicado que existía una plaza en el otro centro público de la localidad, el CEIP Nuestra Señora de La Oliva. “Estábamos dispuestos a no matricularla y llegar hasta las últimas consecuencias”, expresa.
“No me sorprende tanto lo que han intentado hacer con mi hija porque conocía de oídas otros casos”, dice el padre de la alumna, quien tras recibir una carta de la comisión territorial de garantías de admisión de Vejer comunicándole la derivación al centro concertado, habló con el Servicio de Planificación y Escolarización de la delegación territorial de Educación de la Junta para solicitar su entrada en la escuela pública. “Somos una familia no religiosa y no puedo llevar a mi hija donde se profesa una fe con la que no comulgo”, señala. “Respeto a quien crea pero también hay que respetar a quien no”, dice.
Desde Planificación y Escolarización, en un escrito al que tenido acceso lavozdelsur.es, informaron a la familia de que “en relación a la escolarización de sus hijos en un centro religioso concertado, le informo de que, a efectos de escolarización, los centros públicos y concertados son indistintos”. El mensaje explica que se podía interponer un recurso de alzada en el plazo de un mes, pero unas pocas horas después le llegó otro correo: “Ha surgido una vacante en un centro público de Vejer; ya se ha solucionado el caso”.
Los sindicatos de Enseñanza de CGT y CNT, conocedores del caso, exigen la apertura de una nueva unidad en alguno de los colegios públicos de la localidad (Los Molinos o La Oliva) y denuncian que se busca derivar a propósito alumnado hacia los colegios privados concertados Divino Salvador y Las Lomas. “Esta situación se produce todos los años en Vejer donde cada año hay familias que eligen algún centro público y son derivados a la privada concertada ante la falta de plazas, hecho que se ha agravado desde que en el año 2016 la delegación de Educación eliminó una de las dos unidades de tres años del CEIP Los Molinos de manera completamente injustificada ya que había solicitudes suficientes para mantenerlas”, explican los sindicatos en un comunicado conjunto.
CGT y CNT sostienen que “más bien hay que entender dicha decisión en la escasa demanda que tiene el centro privado concertado de la localidad (Divino Salvador) y que la planificación educativa de la delegación de Educación pretende rescatar a costa de vulnerar el derecho de las familias de Vejer a tener plaza en la escuela pública”. Los sindicatos piden que se abra una nueva línea, para cumplir con la ratio establecida en un máximo de 25 alumnos por clase —“que se está incumpliendo”—, y para respetar las necesidades de distanciamiento social en clase el próximo curso.
El CEIP Los Molinos, así, solo tiene una línea, ya que cada año va recortándose una unidad desde el 2016. “Cada año va subiendo un curso hasta que tenga una sola unidad en todos los cursos hasta 6º de Primaria”, explican los sindicatos. “Esta planificación educativa solo tiene explicación como una política de favorecer a los centros privados concertados, el ya citado Divino Salvador de Vejer y el cercano de Las Lomas, que goza también de todo tipo de prebendas por parte de Consejería de Educación, que se nutren del alumnado que no obtiene plaza en la escuela pública”, agregan.
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