En el año 1998, Itziar Garmendia, una mujer de cerca de 60 años, fundó junto a su pareja, el psicólogo José Carlos Alvero, una especie de comunidad que ofrecía terapias alternativas. Ambos han sido detenidos en un pueblo de la provincia de Cáceres acusadas de presunta participación en delitos contra la salud pública, lesiones, contra la libertad sexual, contra los derechos de los trabajadores, intrusismo profesional, coacciones, contra la integridad moral, blanqueo de capitales y asociación ilícita.
Los detenidos, al amparo de la titulación en Psicología de uno de ellos, realizaban distintas pseudo psicoterapias, sin disponer los establecimientos en las que se practicaban de ninguna clase de habilitación sanitaria ni autorización administrativa para tal fin.
Las investigaciones han relevado que Itziar, la líder de esta secta calificada por la Policía Nacional de "destructiva", ha llegado a reunir más de dos millones de euros de las víctimas que se sometían a unas sesiones terapéuticas en las que suministraba sustancias como peyote, ayahuasca o MDMA. Entre las personas a las que llegó a ofrecer drogas durante sus terapias se encontraban menores de edad.
Itziar, que se hacía llamar a sí misma Maestra de Maestros, aseguraba que la homosexualidad era una enfermedad y para curarla ofrecía a sus seguidores "sexo sanatorio" con ella, además de sesiones con sustancias psicoactivas.
Durante sus actividades, los detenidos utilizaban técnicas de manipulación coercitiva, con las que lograban sucumbir la voluntad de los adeptos, a la postre víctimas de diferentes especialidades delictivas, poniendo en riesgo la salud física y psíquica de estos, quienes en muchas ocasiones abandonaban las terapias médicas convencionales avaladas por la evidencia científica, ocasionando un riesgo para su salud además de un fraude económico.