El Ayuntamiento de Roma anunció el pasado miércoles 27 de mayo que no permitiría que los ciudadanos arrojen a la vía pública alegremente mascarillas o guantes usados. Las multas coercitivas para frenar esta práctica incívica, y que además puede provocar nuevos contagios por coronavirus, ascienden a 500 euros en la capital romana. En España, el alcalde de Bollullos de la Mitación advertía a los "guarros", "las multas de 900 euros son hasta cortas". No es el único municipio español que penalizará estas conductas.
Desde el pasado 21 de mayo es obligatorio el uso de mascarillas en personas mayores de seis años con algunas excepciones fijada por el Ministerio de Sanidad, como son padecer problemas respiratorios o hacer deporte, entre otras. Igualmente, también es obligatorio depositarlas en papeleras o contenedores, y no arrojarlas después de su uso en la vía pública.
En Cádiz, el gobierno municipal multará esta conducta peligrosa e incívica para la salud. La Ordenanza Municipal de Limpieza y Recogida de Residuos Urbanos contempla sanciones que van desde los 100 euros y hasta los 750 euros. Por su parte, Burgos también fijará multas por arrojar mascarillas al suelo de hasta 600 euros en su Ordenanza Municipal de Limpieza Viaria.
Otros municipios como Toledo van a más: la Ordenanza Municipal de Limpieza Viaria y Gestión de Residuos Urbanos de la histórica ciudad manchega ha aprobado una sanción que se mueve entre los 150 y los 3.000 euros.
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