Han llegado. Los avances de la ciencia están ahí y, de nuevo, generan la pregunta de si los robots seguirán sustituyendo la mano de obra humana, ahora con los camareros en el punto de mira. En este caso, tras años desarrollo por equipos de ingenieros y que aterrizó en España en verano de 2019. Lo hizo primero en Madrid, pero estos robots ya se reparten por Zaragoza, Bilbao o Valencia.
A Sevilla han llegado tras la apertura de Amazonia Chic, un restaurante de comida asiática instalado en el centro comercial Lagoh. Los robots cumplen funciones de servicio a mesas, repartiendo platos en varias alturas de bandejas. Por el momento, aunque también se comercializan, no se trata de de robots 'humanoides', sino de equipos automatizados y con sensores para el desplazamiento en sala que se parecen más bien al robot R2-D2 de Star Wars.
Desde las empresas que se hacen con estos servicios indican que en ningún caso costarán empleos, sino que simplemente ayudarán a dar un mejor servicio a los comensales. La mecánica es la siguiente. El camarero humano toma nota y el robot reparte. Para que se marche, el cliente debe acariciar la 'cabeza' del robot. Si no, se mantiene a tu lado a la espera de recibir órdenes. Es el cliente también el que coge los platos cuando se le acerca el 'robot camarero'.
Son múltiples los ejemplos de integración de equipos que, en potencia, podrían causar la destrucción de empleos. Uno de los casos que más se está popularizando en los últimos años es la estantería inteligente de las farmacias. La recepción y almacenamiento de medicamentos la realizan trabajadores, mientras que las maquinarias posteriormente dispensarán para que quede a la mano del responsable de la venta en farmacia, según este vaya marcando productos en su ordenador.