Desde que el Miércoles Santo, pasadas las tres y media de la tarde, se declarara el incendio en la localidad gaditana de Tarifa, concretamente en el paraje conocido como Betis, hasta que este lunes sobre mediodía se declarara controlado, han pasado casi 120 angustiosas horas en las que los profesionales de extinción de incendios han echado el resto.
En estos momentos, 40 bomberos forestales, ocho conductores, un encargado de logística, un técnico de supervisión, dos agentes de medio ambiente y el director del Centro Operativo Provincial (COP) se mantienen en la zona, cerca de donde se produjo el incendio. Con el paso de los días, se irán retirando paulatinamente, hasta que se dé por completamente extinguido.
Uno de los profesionales que está en Tarifa, trabajando entre 14 y 15 horas diarias desde que se recibió la alerta, es José Luis Vila, técnico de supervisión del Infoca en la provincia de Cádiz y jefe de la sección de logística. “Es el primer incendio importante en la provincia de una temporada que se presenta jodida”, comenta sin ambages, al comienzo de la conversación con lavozdelsur.es.
El dispositivo contra los incendios forestales de Andalucía (Infoca) da por controlado el incendio declarado en la sierra de San Bartolomé, en Tarifa, en un paraje agreste en el que el fuerte viento de Levante y la orografía del terreno ha complicado el trabajo de los bomberos forestales, que han tardado cinco días en controlar las llamas, que han afectado a unas 50 hectáreas.
“El viento y la orografía han sido brutales. En un terreno tan pedregoso, las llamas se esconden entre las piedras y aparecen a 200 metros de distancia. Tendremos que estar días hasta que todo quede perfectamente apagado”, explica Vila, quien se encarga de la logística en el puesto de mando. Él es el responsable de que a los bomberos no les falte comida o agua, o que tengan donde dormir.
Durante el dispositivo desplegado tras un incendio hay varias divisiones —operaciones, planificación y logística—, comandadas por el director técnico de extinción. Una subrama de esa dirección es la que gestiona José Luis Vila, responsable de logística. "Me encargo de que estén a punto los medios humanos y materiales, que haya gasolina para las desbrozadoras, que el personal esté preparado y equipado, que tengan agua y comida...", describe. Desde que se declaró el incendio, más de 40 profesionales han estado durmiendo en la zona, en un alojamiento conseguido por Vila, que también supervisa que el personal "no se pase de su horario", para evitar riesgos innecesarios.
Vila lleva desde 1999 ejerciendo esta labor en el Infoca, aunque antes estuvo "a pie de llama", un trabajo que le "encantaba". "Era mucho más físico, y tenías que tener los ojos muy abiertos porque estaba tu vida en juego", resume. Ahora, "en el puesto de mando sabes que no te quemas, pero tienes otras responsabilidades, que no falte lo imprescindible y que los compañeros no se pasen de horas, lo que puede conllevar mayor riesgo de accidente".
Con rachas de hasta 80 kilómetros por hora, el incendio declarado en Tarifa ha obligado a desalojar 70 personas del barrio de El Chaparral, que volvieron a sus casas dos días después. "Los compañeros del Infoca juegan con un margen de seguridad, desalojaron por precaución", explica el técnico a este medio. En esta ocasión, ha ayudado la época en la que se ha producido. "En verano hubiese llegado a las casas seguro", proclama.
José Luis Vila, técnico de supervisión del Infoca en Cádiz, sostiene que "no es habitual" un incendio de estas características a estas alturas del año, a lo que ha ayudado la sequía, lo que propicia que "el monte esté muy seco". Por eso anima a la ciudadanía a "meterse las manos en los bolsillos" cuando vaya a la montaña, y aunque aún no estén prohibidas oficialmente, a descartar las barbacoas, no solo al aire libre, "también en chalés o casas rurales", para así "salvar el medio natural" y también vidas, ya que hay "mucha gente que se juega el pellejo en los incendios.
"En estos incendios se juega la vida mucha gente, y diría que más del 90% están provocados por la mano del hombre", apunta Vila, que tiene más de dos décadas de experiencia a sus espaldas. Este incendio en particular ha contado con un plus de dificultad al iniciarse en periodo festivo, con muchos profesionales descansando o de vacaciones. "En una semana normal vamos rotando al personal, pero esta vez hemos tirado con lo que ha habido, aunque se ha presentado gente voluntaria para trabajar. Los compañeros se han partido la cara", sostiene.
Una vez controlado el incendio de la Sierra de San Bartolomé, el medio centenar de efectivos que sigue trabajando en la zona, se centrará en avanzar hacia la extinción definitiva. "Ahora entran días de viento de Poniente y eso va a ayudar", explica Vila, quien asegura que estos aires más húmedos aliviarán el monte. Con el paso de los días, se irán retirando medios humanos paulatinamente. "Los últimos en retirarse serán los bomberos forestales y los conductores, son los primeros en llegar y los últimos en irse", incide.
Antonio Sanz, consejero de la Presidencia de la Junta de Andalucía, asegura que es "muy importante" que se haya declarado como controlado este incendio, porque supone "superar una fase clave", al pasar de la estabilización a su control.
"Ahora mismo" hay distribuidos diez retenes para "rematar la zona" y sólo hay actividad de combustión sin llamas en las zonas rocosas del interior del perímetro, por lo que la evolución de este fuego es "una gran noticia", explica Sanz.
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