"Como empresa familiar tratamos de conservar y fortalecer los valores de una familia. Proporcionándoles estabilidad, conciliación vida familiar y laboral, constante formación y crecimiento". Es uno de los puntos de la filosofía de la que presume la empresa De Luque, que lleva más de un siglo en Jerez fabricando aromas y extractos naturales con una extensa experiencia en la elaboración de productos destinados a la industria alimentaria.
Durante muchos años la relación entre los directores generales de la empresa y los trabajadores ha sido muy fluida y los conflictos laborales brillaban por su ausencia. La plantilla se rige por el convenio de la industria química, que contempla unas subidas anuales que no se están cumpliendo actualmente, después de la entrada de un nuevo director general que ya no pertenece a la familia que creó la empresa en 1890.
Cuando se firmó el convenio se tuvieron en cuenta las condiciones económicas del año 2020, con un IPC negativo, firmándose el convenio con una vigencia de tres años y estableciéndose una cláusula de revisión salarial que actualizaría las tablas en caso de que la suma de los IPC superase las cantidades pactadas. Las subidas eran de un dos por ciento en los dos primeros años y de un uno en el tercero.
Manuel Romero, de Comisiones Obreras, está representando a los 15 trabajadores de la plantilla y aclara cómo está la situación: "Se está reclamando el cumplimiento del convenio colectivo anterior. El último convenio terminaba con una cláusula de revisión salarial. Las cantidades que se habían acordado y se habían pactado eran unas y a finales de convenio, que sumaban los IPC, se restaba la lo que se había cobrado y la diferencia se pagaba a final de convenio. Los IPC en los años 2021, 2022 y 2023 se han disparado y la empresa se negó a pagarlo y dijo que solo lo haría si le obligaba un hombre de negro", dice, en referencia a un juez.
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El conflicto sigue abierto. En el encuentro que mantuvieron las partes en el Sercla (Sistema Extrajudicial de Resolución de Conflictos Laborales de Andalucía), la empresa se reafirmó en su intención de no pagar y ofreció abonar la mitad de lo pactado, algo que fue rechazado por los trabajadores: "Aquí no venimos a negociar, solo queremos que se aplique el convenio y punto. Hay un ambiente tenso desde el año pasado".
No está previsto convocar una huelga porque desde CCOO aseguran que sería "hacernos un flaco favor nosotros mismos ponernos en huelga, ponernos en la puerta, hacer movilizaciones, cuando esto lo tenemos ganado por la vía judicial. Vamos a denunciarlo y ya está".
En la plantilla hay un gran malestar porque afirman que los datos económicos de la empresa en 2021, 2022 y 2023 fueron muy positivos. Además, desde CCOO afirman que la intención de los trabajadores ha sido la de intentar acceder a los accionistas para que pudieran interceder, pero esa mediación fue rechazada y todo quedó en manos del director general.
Este periódico se ha puesto en contacto con la empresa De Luque y ha hablado con el director general, José González, que se limita a decir que "si denunciando esto lo que quieren es meter presión, ya se lo pueden ahorrar. Es un proceso que está ahí, no hay más. Para mí no hay noticia".
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