Una macrogranja de Sevilla que distribuye pollo a Lidl se enfrenta este martes a una declaración judicial en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción nº1 de Alcalá de Guadaíra por un procedimiento penal abierto por presunto maltrato animal y contra la salud pública.
La macrogranja en cuestión, ubicada en el municipio de Villamanrique de la Condesa, cuenta con cerca de 100.000 aves repartidas en tres naves. La ONG Equalia denunció a la instalación y al productor avícola tras publicarse un reportaje de investigación grabado entre 2021 y 2022 por un extrabajador de la granja infiltrado.
En este reportaje se pudo conocer el día a día de los 100.000 animales que alberga la instalación sevillana, que perdió su sello de bienestar animal tras la denuncia de Equalia. Esta macrogranja española denunciada es una de las explotaciones europeas que se suma a las denuncias en Alemania, Italia y Austria de la campaña Lidl, escándalo animal liderada por Equalia. La ONG pide una condena ejemplarizante en España para que no se repitan estos casos de maltrato animal en macrogranjas. Además, exige al Gobierno que la nueva figura aprobada en Consejo de Ministros del veterinario de explotación ejerza de guardián de los animales y que vele por su bienestar con todas las garantías.
Según muestran las imágenes, los operarios realizaban la descarga de pollitos en la macrogranja arrojándolos al suelo bruscamente, además de golpearlos contra un cubo repetidamente —precisamente es esta repetición del acto donde se tipifica el presunto delito de maltrato animal— con la intención de causarles la muerte, aunque algunas aves estaban aún conscientes. La organización recuerda que estas prácticas, que contraponen el bienestar animal, pueden provocarles la rotura del pico, extremidades, esternón, huesos o incluso la muerte.
Equalia también alertaba en dicha denuncia de que los hechos podían ser constitutivos de un presunto delito contra la salud pública por el potencial riesgo de incorporar a la cadena alimenticia animales enfermos no tratados. "Pedimos una sentencia ejemplarizante para que se erradique el maltrato animal en macrogranjas", dice Julia Elizalde, mánager de campañas de Equalia. "Es hora de acabar con estas granjas de los horrores".